
Una tormenta invernal de rápido avance cubrió el sur de Alemania y los Alpes del norte el 5 de diciembre, lo que obligó a las aerolíneas a recortar preventivamente sus horarios en el Aeropuerto de Múnich (MUC). Lufthansa canceló al menos una rotación vespertina hacia Viena (código compartido OS/LH) y su socio regional Air Dolomiti suspendió el vuelo EN 8056 a Graz. La contaminación de la pista y la baja visibilidad llevaron al aeropuerto a activar los procedimientos de Categoría III para baja visibilidad, ralentizando las operaciones.
El momento no podría ser peor: el primer fin de semana de Adviento es tradicionalmente uno de los más concurridos, tanto para viajeros de negocios que finalizan sus viajes de fin de año como para pasajeros de ocio que se dirigen a los mercados navideños. Las autoridades aeroportuarias advirtieron que podrían producirse más cancelaciones si se acumulan retrasos en el deshielo de aeronaves. Los Ferrocarriles Austriacos (ÖBB) reportaron un aumento significativo en las reservas de Railjet en el corredor Múnich–Viena, pero alertaron que los asientos están “casi agotados”, dejando a los pasajeros varados con pocas alternativas.
Los gestores de viajes corporativos aconsejan al personal reencaminarse vía Zúrich o Praga, o cambiar al tren cuando sea posible. Las aerolíneas han activado las políticas de reprogramación según el reglamento EU 261, pero la disponibilidad en cabinas premium para los días 6 y 7 de diciembre ya es limitada. Los equipos de movilidad también deben estar atentos a los efectos en cadena en Frankfurt, donde varias tripulaciones entrantes están programadas para operar tramos desde Múnich.
A largo plazo, la interrupción ha reavivado las demandas del Aeropuerto Internacional de Viena para una reforma del impuesto a la aviación, argumentando que los altos cargos desincentivan a las aerolíneas a mantener aviones de reserva en la región, lo que reduce la capacidad de respuesta ante condiciones meteorológicas adversas.
El momento no podría ser peor: el primer fin de semana de Adviento es tradicionalmente uno de los más concurridos, tanto para viajeros de negocios que finalizan sus viajes de fin de año como para pasajeros de ocio que se dirigen a los mercados navideños. Las autoridades aeroportuarias advirtieron que podrían producirse más cancelaciones si se acumulan retrasos en el deshielo de aeronaves. Los Ferrocarriles Austriacos (ÖBB) reportaron un aumento significativo en las reservas de Railjet en el corredor Múnich–Viena, pero alertaron que los asientos están “casi agotados”, dejando a los pasajeros varados con pocas alternativas.
Los gestores de viajes corporativos aconsejan al personal reencaminarse vía Zúrich o Praga, o cambiar al tren cuando sea posible. Las aerolíneas han activado las políticas de reprogramación según el reglamento EU 261, pero la disponibilidad en cabinas premium para los días 6 y 7 de diciembre ya es limitada. Los equipos de movilidad también deben estar atentos a los efectos en cadena en Frankfurt, donde varias tripulaciones entrantes están programadas para operar tramos desde Múnich.
A largo plazo, la interrupción ha reavivado las demandas del Aeropuerto Internacional de Viena para una reforma del impuesto a la aviación, argumentando que los altos cargos desincentivan a las aerolíneas a mantener aviones de reserva en la región, lo que reduce la capacidad de respuesta ante condiciones meteorológicas adversas.









