
Desde el lunes 8 de diciembre, los viajeros que salgan del aeropuerto más concurrido de Suiza vivirán una revolución silenciosa en los controles de seguridad: siete nuevos escáneres de tomografía computarizada (TC) en el Nivel 0 permitirán que los pasajeros no tengan que sacar líquidos ni dispositivos electrónicos del equipaje de mano. El Aeropuerto de Zúrich presentó estas máquinas a la prensa el 5 de diciembre, calificando la mejora como “un gran avance en la tecnología de inspección”.
Los escáneres generan imágenes 3D de alta resolución que permiten al personal de seguridad detectar explosivos sólidos y líquidos sin la conocida restricción de los 100 ml. Durante la fase piloto, el límite de 100 ml seguirá vigente en tres de los cuatro niveles de seguridad, pero el aeropuerto planea convertir los 26 carriles para el verano de 2026, momento en el que se permitirán envases de hasta dos litros, un hito a nivel europeo.
Para los viajeros de negocios, la ventaja es doble: un paso más rápido y menor riesgo de daños en laptops o de olvidar objetos. La iniciativa de Zúrich sigue ejemplos similares en Ámsterdam Schiphol y Londres City, reflejando una tendencia creciente hacia puntos de control sin fricciones que pronto podría extenderse a Basilea y Ginebra.
Las autoridades aeroportuarias advierten que las obras de construcción podrían causar colas esporádicas durante el pico invernal y recomiendan a los pasajeros con estatus que consideren un margen adicional hasta que se completen las mejoras en todos los niveles. Los responsables de políticas de viaje podrían actualizar las guías previas al viaje para gestionar las expectativas y aprovechar el ahorro de tiempo.
Más allá de la comodidad, esta inversión respalda la estrategia de Suiza para mantenerse como un centro atractivo y de alta capacidad para corporaciones multinacionales, cuyos ejecutivos suelen transitar por ZRH en sus desplazamientos intercontinentales y reuniones.
Los escáneres generan imágenes 3D de alta resolución que permiten al personal de seguridad detectar explosivos sólidos y líquidos sin la conocida restricción de los 100 ml. Durante la fase piloto, el límite de 100 ml seguirá vigente en tres de los cuatro niveles de seguridad, pero el aeropuerto planea convertir los 26 carriles para el verano de 2026, momento en el que se permitirán envases de hasta dos litros, un hito a nivel europeo.
Para los viajeros de negocios, la ventaja es doble: un paso más rápido y menor riesgo de daños en laptops o de olvidar objetos. La iniciativa de Zúrich sigue ejemplos similares en Ámsterdam Schiphol y Londres City, reflejando una tendencia creciente hacia puntos de control sin fricciones que pronto podría extenderse a Basilea y Ginebra.
Las autoridades aeroportuarias advierten que las obras de construcción podrían causar colas esporádicas durante el pico invernal y recomiendan a los pasajeros con estatus que consideren un margen adicional hasta que se completen las mejoras en todos los niveles. Los responsables de políticas de viaje podrían actualizar las guías previas al viaje para gestionar las expectativas y aprovechar el ahorro de tiempo.
Más allá de la comodidad, esta inversión respalda la estrategia de Suiza para mantenerse como un centro atractivo y de alta capacidad para corporaciones multinacionales, cuyos ejecutivos suelen transitar por ZRH en sus desplazamientos intercontinentales y reuniones.









