
Un cable interno enviado a todas las embajadas de Estados Unidos el 4 de diciembre instruye a las secciones consulares a priorizar las solicitudes de visa relacionadas con la Copa Mundial de la FIFA 2026, los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 y otros “eventos deportivos de exhibición” en la programación de entrevistas. Esta directiva crea una categoría informal llamada “Pase FIFA” que los gerentes consulares deben reportar semanalmente, similar al procesamiento prioritario utilizado durante la pandemia de COVID-19.
La medida busca evitar un cuello de botella en las visas de magnitud olímpica como el que ocurrió en los Juegos de Río 2016. Más de 400 oficiales consulares adicionales serán asignados temporalmente a puestos en México, Canadá y mercados clave de aficionados como Reino Unido, Brasil y Japón. El cable también destaca a los inversionistas con visa B-1/B-2 “explorando oportunidades significativas en EE.UU.” para un manejo prioritario, parte de la estrategia del gobierno para posicionar a Estados Unidos como un país abierto a los negocios, incluso mientras endurece otros canales migratorios.
Para los equipos corporativos de viajes, la política representa una oportunidad poco común: los empleados que asistan a reuniones o visitas relacionadas con la Copa Mundial podrán obtener citas para entrevistas más rápido que los turistas comunes. Sin embargo, los oficiales mantienen la discreción para solicitar documentos adicionales que prueben el vínculo deportivo, y los controles de seguridad habituales siguen vigentes.
Las empresas que planifiquen programas de hospitalidad en torno a la Copa Mundial deberían comenzar a recopilar cartas de invitación y credenciales de eventos para aprovechar la programación acelerada. Los responsables de movilidad también podrían aconsejar al personal que incluya números de boletos o credenciales FIFA directamente en la solicitud DS-160 para señalar su elegibilidad.
Los analistas del sector ven esta directiva como un reconocimiento pragmático de que los megaeventos generan una actividad económica y turística significativa, aunque señalan la tensión que esto genera con las restricciones simultáneas en otros tipos de visa (por ejemplo, el aumento en la revisión de visas H-1B anunciado esta semana).
La medida busca evitar un cuello de botella en las visas de magnitud olímpica como el que ocurrió en los Juegos de Río 2016. Más de 400 oficiales consulares adicionales serán asignados temporalmente a puestos en México, Canadá y mercados clave de aficionados como Reino Unido, Brasil y Japón. El cable también destaca a los inversionistas con visa B-1/B-2 “explorando oportunidades significativas en EE.UU.” para un manejo prioritario, parte de la estrategia del gobierno para posicionar a Estados Unidos como un país abierto a los negocios, incluso mientras endurece otros canales migratorios.
Para los equipos corporativos de viajes, la política representa una oportunidad poco común: los empleados que asistan a reuniones o visitas relacionadas con la Copa Mundial podrán obtener citas para entrevistas más rápido que los turistas comunes. Sin embargo, los oficiales mantienen la discreción para solicitar documentos adicionales que prueben el vínculo deportivo, y los controles de seguridad habituales siguen vigentes.
Las empresas que planifiquen programas de hospitalidad en torno a la Copa Mundial deberían comenzar a recopilar cartas de invitación y credenciales de eventos para aprovechar la programación acelerada. Los responsables de movilidad también podrían aconsejar al personal que incluya números de boletos o credenciales FIFA directamente en la solicitud DS-160 para señalar su elegibilidad.
Los analistas del sector ven esta directiva como un reconocimiento pragmático de que los megaeventos generan una actividad económica y turística significativa, aunque señalan la tensión que esto genera con las restricciones simultáneas en otros tipos de visa (por ejemplo, el aumento en la revisión de visas H-1B anunciado esta semana).









