
Un nuevo informe conjunto de la organización benéfica Migrant Voice y la Universidad de Warwick, publicado el 5 de diciembre, revela un panorama preocupante sobre cómo el cambio del Reino Unido a un estatus migratorio exclusivamente digital está afectando la vida cotidiana de los extranjeros que viven, trabajan y estudian en el país.
El Ministerio del Interior comenzó en 2018 a reemplazar los permisos físicos biométricos de residencia (BRP) por ‘eVisas’ en línea. Más de cuatro millones de personas han sido informadas de que la prueba de su derecho a vivir, trabajar y alquilar en el Reino Unido solo existe en una base de datos gubernamental accesible a través de una aplicación móvil o un portal web. Los investigadores entrevistaron a 234 migrantes, empleadores y arrendadores. Los encuestados relataron vuelos perdidos porque el personal de la aerolínea no pudo verificar su estatus, ofertas de trabajo retiradas tras fallos del sistema y errores repetidos donde la base de datos mostraba fechas incorrectas de vencimiento de la visa. Un ingeniero comentó que lleva impresa la carta de concesión de su visa porque “no confío en que la aplicación funcione en la puerta de embarque”.
El estudio destaca riesgos particulares para migrantes mayores, personas con habilidades limitadas en inglés o digitales, y quienes tienen discapacidades que dificultan completar la autenticación en dos pasos o subir selfies en vivo. Empleadores y agentes inmobiliarios, responsables de realizar verificaciones en línea del derecho a trabajar o alquilar, reportaron confusión sobre qué pantalla constituye prueba válida de estatus y frustración por frecuentes desconexiones al verificar grupos numerosos de nuevos empleados.
Los investigadores advierten que, sin un respaldo físico, los migrantes afectados están a un corte de energía o fallo del servidor de no poder demostrar su residencia legal, lo que los expone a perder el empleo, quedarse sin hogar o ser arrestados injustamente. Instan al Ministerio del Interior a introducir una tarjeta opcional segura con código QR, ampliar el horario de la línea de ayuda y lanzar un plan de accesibilidad auditado antes del 31 de diciembre de 2024, fecha en que expiran todos los BRP.
Para los gestores de movilidad global, el mensaje es claro: auditen ahora a su población transferida al Reino Unido, asegúrense de que tengan cuentas activas en línea con UKVI y contemplen tiempo extra en los procesos de incorporación para las verificaciones digitales de estatus. Las multinacionales que dependen de viajes con poca antelación deben informar a los viajeros para que lleven pruebas secundarias, como cartas de decisión, en caso de fallos del sistema.
El Ministerio del Interior comenzó en 2018 a reemplazar los permisos físicos biométricos de residencia (BRP) por ‘eVisas’ en línea. Más de cuatro millones de personas han sido informadas de que la prueba de su derecho a vivir, trabajar y alquilar en el Reino Unido solo existe en una base de datos gubernamental accesible a través de una aplicación móvil o un portal web. Los investigadores entrevistaron a 234 migrantes, empleadores y arrendadores. Los encuestados relataron vuelos perdidos porque el personal de la aerolínea no pudo verificar su estatus, ofertas de trabajo retiradas tras fallos del sistema y errores repetidos donde la base de datos mostraba fechas incorrectas de vencimiento de la visa. Un ingeniero comentó que lleva impresa la carta de concesión de su visa porque “no confío en que la aplicación funcione en la puerta de embarque”.
El estudio destaca riesgos particulares para migrantes mayores, personas con habilidades limitadas en inglés o digitales, y quienes tienen discapacidades que dificultan completar la autenticación en dos pasos o subir selfies en vivo. Empleadores y agentes inmobiliarios, responsables de realizar verificaciones en línea del derecho a trabajar o alquilar, reportaron confusión sobre qué pantalla constituye prueba válida de estatus y frustración por frecuentes desconexiones al verificar grupos numerosos de nuevos empleados.
Los investigadores advierten que, sin un respaldo físico, los migrantes afectados están a un corte de energía o fallo del servidor de no poder demostrar su residencia legal, lo que los expone a perder el empleo, quedarse sin hogar o ser arrestados injustamente. Instan al Ministerio del Interior a introducir una tarjeta opcional segura con código QR, ampliar el horario de la línea de ayuda y lanzar un plan de accesibilidad auditado antes del 31 de diciembre de 2024, fecha en que expiran todos los BRP.
Para los gestores de movilidad global, el mensaje es claro: auditen ahora a su población transferida al Reino Unido, asegúrense de que tengan cuentas activas en línea con UKVI y contemplen tiempo extra en los procesos de incorporación para las verificaciones digitales de estatus. Las multinacionales que dependen de viajes con poca antelación deben informar a los viajeros para que lleven pruebas secundarias, como cartas de decisión, en caso de fallos del sistema.









