
El Consejo Federal de Suiza ha aprobado la transposición del Reglamento (UE) 2018/1806 modificado, otorgando a Berna las herramientas legales para reimponer con mayor rapidez los requisitos de visado a nacionales de “terceros países” exentos de visado y por un abanico más amplio de motivos.
Según las nuevas normas, el umbral para activar la suspensión por motivos migratorios baja del 50 % al 30 % en el aumento de estancias irregulares o denegaciones de entrada; además, un incremento significativo en solicitudes de asilo con una tasa de reconocimiento inferior al 20 % también podrá desencadenar medidas. Se han añadido nuevos criterios relacionados con el orden público, como la “instrumentalización de migrantes” por parte de gobiernos extranjeros y violaciones graves de derechos humanos que afecten las relaciones exteriores de la UE. En casos urgentes, la Comisión Europea podrá restablecer los visados por hasta 12 meses mediante un procedimiento simplificado que se aplicará automáticamente a todos los miembros de Schengen, incluida Suiza.
Para viajeros de negocios y gestores de movilidad, este cambio implica que las autoridades fronterizas suizas podrían volver a exigir visados de corta duración tipo C a ciertas nacionalidades con poca antelación. Por ello, las empresas que dependen de la exención de visado para reuniones, trabajos postventa o conferencias deben estar atentas a los comunicados de la UE y Suiza, y preparar planes de contingencia para clientes y empleados de países con mayor riesgo.
La decisión entrará en vigor el 17 de diciembre de 2025, tras lo cual la Secretaría de Estado de Migración modificará la Ordenanza sobre Entrada y Concesión de Visados (EGVO) de Suiza. Aunque aún no se ha señalado ningún país, los equipos de movilidad global deben anticipar una coordinación más estrecha entre las evaluaciones de riesgo suizas y europeas, especialmente si aumentan las tensiones geopolíticas o las solicitudes de asilo.
En la práctica, los viajeros de países que pierdan la exención de visado deberán presentar solicitudes en consulados suizos, entregar datos biométricos y justificar el motivo de su estancia, con un plazo de tramitación de 15 a 30 días. Los empleadores deberán prever mayores costes de cumplimiento y posibles retrasos en proyectos. Por otro lado, este mecanismo puede tranquilizar a la opinión pública suiza al demostrar que los regímenes sin visado son “reversibles”, fortaleciendo el apoyo político a largo plazo para la participación en Schengen.
Según las nuevas normas, el umbral para activar la suspensión por motivos migratorios baja del 50 % al 30 % en el aumento de estancias irregulares o denegaciones de entrada; además, un incremento significativo en solicitudes de asilo con una tasa de reconocimiento inferior al 20 % también podrá desencadenar medidas. Se han añadido nuevos criterios relacionados con el orden público, como la “instrumentalización de migrantes” por parte de gobiernos extranjeros y violaciones graves de derechos humanos que afecten las relaciones exteriores de la UE. En casos urgentes, la Comisión Europea podrá restablecer los visados por hasta 12 meses mediante un procedimiento simplificado que se aplicará automáticamente a todos los miembros de Schengen, incluida Suiza.
Para viajeros de negocios y gestores de movilidad, este cambio implica que las autoridades fronterizas suizas podrían volver a exigir visados de corta duración tipo C a ciertas nacionalidades con poca antelación. Por ello, las empresas que dependen de la exención de visado para reuniones, trabajos postventa o conferencias deben estar atentas a los comunicados de la UE y Suiza, y preparar planes de contingencia para clientes y empleados de países con mayor riesgo.
La decisión entrará en vigor el 17 de diciembre de 2025, tras lo cual la Secretaría de Estado de Migración modificará la Ordenanza sobre Entrada y Concesión de Visados (EGVO) de Suiza. Aunque aún no se ha señalado ningún país, los equipos de movilidad global deben anticipar una coordinación más estrecha entre las evaluaciones de riesgo suizas y europeas, especialmente si aumentan las tensiones geopolíticas o las solicitudes de asilo.
En la práctica, los viajeros de países que pierdan la exención de visado deberán presentar solicitudes en consulados suizos, entregar datos biométricos y justificar el motivo de su estancia, con un plazo de tramitación de 15 a 30 días. Los empleadores deberán prever mayores costes de cumplimiento y posibles retrasos en proyectos. Por otro lado, este mecanismo puede tranquilizar a la opinión pública suiza al demostrar que los regímenes sin visado son “reversibles”, fortaleciendo el apoyo político a largo plazo para la participación en Schengen.











