
El Ministerio de Asuntos Exteriores de India confirmó el 3 de diciembre que las visas turísticas para ciudadanos chinos vuelven a estar “totalmente operativas”, completando así la eliminación gradual de las restricciones impuestas tras el enfrentamiento fronterizo de 2020. Las visas de negocios se habían reanudado a principios de 2025, pero esta última actualización reabre el mercado turístico de India al segmento chino de alto gasto.
La decisión sigue a la restauración de vuelos comerciales directos en octubre y forma parte de medidas para fortalecer la confianza, que incluyen nuevas líneas directas militares y ejercicios conjuntos de ayuda en desastres. Las asociaciones del sector prevén que esta medida podría reactivar un corredor turístico valorado en 1.000 millones de dólares y apoyar colaboraciones en cadenas de suministro y tecnología que dependen de viajes ejecutivos frecuentes.
Para las empresas indias, el cambio facilita la rotación de personal hacia fábricas y centros de I+D en China, mientras que los inversores chinos pueden volver a explorar en persona el mercado de consumo de rápido crecimiento en India. Las agencias de viajes reportan un aumento inmediato en consultas grupales para circuitos budistas y delegaciones a ferias comerciales programadas para el primer trimestre de 2026.
El proceso es ahora completamente electrónico: los solicitantes deben subir sus datos biométricos con antelación y completar la nueva Tarjeta de Llegada electrónica de India, sin necesidad de documentación adicional relacionada con COVID. Las normas estándar de registro policial siguen vigentes para estancias superiores a 180 días, y los viajeros deben estar atentos a posibles avisos de seguridad a nivel estatal.
Los gestores de movilidad deben actualizar las matrices de visas, capacitar nuevamente al personal de atención en viajes y establecer plazos realistas para las reservas: los consulados están despejando atrasos, pero aún recomiendan un margen de siete días para el procesamiento durante el pico de enero a marzo.
La decisión sigue a la restauración de vuelos comerciales directos en octubre y forma parte de medidas para fortalecer la confianza, que incluyen nuevas líneas directas militares y ejercicios conjuntos de ayuda en desastres. Las asociaciones del sector prevén que esta medida podría reactivar un corredor turístico valorado en 1.000 millones de dólares y apoyar colaboraciones en cadenas de suministro y tecnología que dependen de viajes ejecutivos frecuentes.
Para las empresas indias, el cambio facilita la rotación de personal hacia fábricas y centros de I+D en China, mientras que los inversores chinos pueden volver a explorar en persona el mercado de consumo de rápido crecimiento en India. Las agencias de viajes reportan un aumento inmediato en consultas grupales para circuitos budistas y delegaciones a ferias comerciales programadas para el primer trimestre de 2026.
El proceso es ahora completamente electrónico: los solicitantes deben subir sus datos biométricos con antelación y completar la nueva Tarjeta de Llegada electrónica de India, sin necesidad de documentación adicional relacionada con COVID. Las normas estándar de registro policial siguen vigentes para estancias superiores a 180 días, y los viajeros deben estar atentos a posibles avisos de seguridad a nivel estatal.
Los gestores de movilidad deben actualizar las matrices de visas, capacitar nuevamente al personal de atención en viajes y establecer plazos realistas para las reservas: los consulados están despejando atrasos, pero aún recomiendan un margen de siete días para el procesamiento durante el pico de enero a marzo.






