
En una declaración conjunta sorpresa emitida el 4 de diciembre, funcionarios de Ottawa y Nueva Delhi acordaron “reanudar las discusiones formales” para un Acuerdo Integral de Asociación Económica (CEPA) que ha estado estancado desde 2017. Este acercamiento sigue a meses de diplomacia discreta y paralela destinada a reparar las relaciones tras el conflicto diplomático del año pasado por supuestas interferencias.
La ministra canadiense de Comercio, Mary Ng, y el ministro indio de Comercio, Piyush Goyal, se reunirán en Mumbai en enero para establecer un calendario de negociaciones y revisar las ofertas de acceso a mercados. Ambas partes señalan que un acuerdo preliminar sobre servicios, comercio digital y entrada temporal de trabajadores altamente calificados podría concretarse a mediados de 2026, antes de un acuerdo más amplio sobre bienes.
Para los actores de la movilidad global, esta reactivación es clave. India es la principal fuente de estudiantes internacionales y trabajadores temporales en Canadá; en 2024, 226,000 indios recibieron permisos de trabajo o estudio en el país. Un capítulo del CEPA sobre “entrada temporal de personas de negocios” podría simplificar las visas de trabajo a corto plazo, el reconocimiento mutuo de credenciales profesionales y las reglas de transferencia intraempresarial, áreas donde las multinacionales canadienses enfrentan actualmente duplicidades y demoras.
Los líderes de recursos humanos corporativos deben estar atentos a proyectos piloto sobre esquemas recíprocos de viajeros confiables y credenciales digitales. Ottawa enfrenta presión de gigantes tecnológicos y procesadores agroalimentarios para asegurar vías más rápidas para ingenieros de proyectos y trabajadores temporales, mientras que se espera que India impulse opciones más flexibles de trabajo post-estudio para sus graduados en Canadá.
Los analistas advierten que persisten obstáculos políticos, especialmente en temas como lácteos, localización de datos y resolución de disputas inversor-estado, pero la disposición a dialogar indica que ambos gobiernos consideran esenciales el comercio y la movilidad de talento para la recuperación económica. Las empresas que dependen de la movilidad indo-canadiense deberían comenzar a planificar escenarios con cuotas de visa más flexibles y explorar alianzas que puedan calificar para entradas aceleradas una vez que se concrete el acuerdo.
La ministra canadiense de Comercio, Mary Ng, y el ministro indio de Comercio, Piyush Goyal, se reunirán en Mumbai en enero para establecer un calendario de negociaciones y revisar las ofertas de acceso a mercados. Ambas partes señalan que un acuerdo preliminar sobre servicios, comercio digital y entrada temporal de trabajadores altamente calificados podría concretarse a mediados de 2026, antes de un acuerdo más amplio sobre bienes.
Para los actores de la movilidad global, esta reactivación es clave. India es la principal fuente de estudiantes internacionales y trabajadores temporales en Canadá; en 2024, 226,000 indios recibieron permisos de trabajo o estudio en el país. Un capítulo del CEPA sobre “entrada temporal de personas de negocios” podría simplificar las visas de trabajo a corto plazo, el reconocimiento mutuo de credenciales profesionales y las reglas de transferencia intraempresarial, áreas donde las multinacionales canadienses enfrentan actualmente duplicidades y demoras.
Los líderes de recursos humanos corporativos deben estar atentos a proyectos piloto sobre esquemas recíprocos de viajeros confiables y credenciales digitales. Ottawa enfrenta presión de gigantes tecnológicos y procesadores agroalimentarios para asegurar vías más rápidas para ingenieros de proyectos y trabajadores temporales, mientras que se espera que India impulse opciones más flexibles de trabajo post-estudio para sus graduados en Canadá.
Los analistas advierten que persisten obstáculos políticos, especialmente en temas como lácteos, localización de datos y resolución de disputas inversor-estado, pero la disposición a dialogar indica que ambos gobiernos consideran esenciales el comercio y la movilidad de talento para la recuperación económica. Las empresas que dependen de la movilidad indo-canadiense deberían comenzar a planificar escenarios con cuotas de visa más flexibles y explorar alianzas que puedan calificar para entradas aceleradas una vez que se concrete el acuerdo.









