
En una operación sorpresa en el Aeropuerto Internacional de Boa Vista el 3 de diciembre, agentes de la Policía Federal abordaron un turbohélice privado procedente de Pará y descubrieron 54 lingotes de oro con un peso total de 51,4 kilogramos, junto con un arma de fuego y municiones. El cargamento, valorado en aproximadamente 3 millones de dólares, carecía de los permisos de exportación correspondientes y estaba oculto bajo los paneles de la cabina.
El piloto de la aeronave y tres pasajeros, entre ellos un menor de 17 años, fueron detenidos y trasladados a la sede de la Policía Federal. Las acusaciones en estudio incluyen explotación ilegal de recursos minerales, lavado de dinero y violaciones en materia de armas. La Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) suspendió de inmediato la licencia del piloto y anunció que auditará la flota de vuelos chárter del operador.
El operativo se produce en un contexto de creciente vigilancia sobre los movimientos de aeronaves pequeñas entre pistas remotas de la Amazonía y centros fronterizos del norte. Analistas de seguridad señalan que el contrabando de oro y madera suele aprovechar vuelos legítimos de pasajeros o traslados corporativos, explotando los controles más laxos en terminales secundarias.
Para los equipos de viajes corporativos y movilidad, el mensaje es claro: se esperan más inspecciones aleatorias a jets privados y controles más estrictos de documentación para cargas de alto valor, incluso en vuelos nacionales. Los operadores que transporten equipos o muestras de empresa deben asegurarse de que los manifiestos estén completos y declarar cualquier artículo que pueda generar preguntas en aduanas.
El Ministerio de Hacienda celebró la incautación, subrayando que las exportaciones minerales no declaradas afectan los ingresos fiscales y la reputación ESG de Brasil. En las próximas semanas se planifican operativos conjuntos adicionales de la PF y ANAC en Manaos, Santarém y pistas menores de Pará.
El piloto de la aeronave y tres pasajeros, entre ellos un menor de 17 años, fueron detenidos y trasladados a la sede de la Policía Federal. Las acusaciones en estudio incluyen explotación ilegal de recursos minerales, lavado de dinero y violaciones en materia de armas. La Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) suspendió de inmediato la licencia del piloto y anunció que auditará la flota de vuelos chárter del operador.
El operativo se produce en un contexto de creciente vigilancia sobre los movimientos de aeronaves pequeñas entre pistas remotas de la Amazonía y centros fronterizos del norte. Analistas de seguridad señalan que el contrabando de oro y madera suele aprovechar vuelos legítimos de pasajeros o traslados corporativos, explotando los controles más laxos en terminales secundarias.
Para los equipos de viajes corporativos y movilidad, el mensaje es claro: se esperan más inspecciones aleatorias a jets privados y controles más estrictos de documentación para cargas de alto valor, incluso en vuelos nacionales. Los operadores que transporten equipos o muestras de empresa deben asegurarse de que los manifiestos estén completos y declarar cualquier artículo que pueda generar preguntas en aduanas.
El Ministerio de Hacienda celebró la incautación, subrayando que las exportaciones minerales no declaradas afectan los ingresos fiscales y la reputación ESG de Brasil. En las próximas semanas se planifican operativos conjuntos adicionales de la PF y ANAC en Manaos, Santarém y pistas menores de Pará.








