
La red brasileña de trabajadores de manejo en tierra y terminales aeroportuarias ha votado de manera abrumadora para entrar en estado de greve (alerta de huelga) y pasar a un régimen de “operación esencial” a partir del viernes 5 de diciembre. La decisión, tomada en asambleas el 2 de diciembre por sindicatos afiliados a la Federación Nacional de Trabajadores de la Aviación Civil (FENTAC/CUT), implica que los empleados limitarán sus funciones al mínimo legal necesario para garantizar la seguridad —como el guiado de aeronaves, operación de pasarelas y atención a desvíos médicos— mientras suspenden todos los servicios no esenciales.
El detonante inmediato fue el fracaso de la ronda salarial para 2025. Los líderes sindicales afirman que la Asociación Nacional de Empleadores Aéreos (SNEA) retrocedió en las promesas previas de aumentos salariales reales y mejoras en las dietas y horarios, a pesar de que las aerolíneas registraron niveles récord de ocupación este año. La inflación en Brasil ronda el 6%, y el personal de tierra sostiene que su poder adquisitivo se ha deteriorado desde la pandemia.
Los aeropuertos de São Paulo (GRU, CGH), Río de Janeiro (GIG, SDU), Brasília, Porto Alegre y Recife, que emplean a los mayores contingentes de aeroviarios, serán los primeros en sentir el impacto. Aunque los controladores de tráfico aéreo y las tripulaciones no forman parte de esta acción, la experiencia de episodios anteriores de “operación esencial” muestra que los retrasos en pista se acumulan rápidamente, generando demoras en salidas y conexiones perdidas, especialmente en los vuelos matutinos preferidos por viajeros de negocios.
Se recomienda a los gestores de movilidad planificar conexiones con mayor margen, fomentar que los viajeros viajen solo con equipaje de mano y monitorear las redes sociales de cada aeropuerto para actualizaciones sobre la longitud de las filas. Los empleadores con asignados que lleguen después del 5 de diciembre deberían reservar transporte terrestre con anticipación y prever tiempo extra para la entrega de equipaje. Si las negociaciones no se reanudan la próxima semana, los sindicatos han amenazado con escalar a una huelga total antes del pico navideño.
El Ministerio de Puertos y Aviación Civil tiene la facultad legal para requisar personal, pero en disputas anteriores ha preferido mediar. Los analistas señalan que las aerolíneas, bajo presión para mantener la puntualidad durante el lucrativo periodo festivo, podrían volver a la mesa con una oferta salarial mejorada, pero por ahora las empresas deben prepararse para al menos varios días de fricciones operativas.
El detonante inmediato fue el fracaso de la ronda salarial para 2025. Los líderes sindicales afirman que la Asociación Nacional de Empleadores Aéreos (SNEA) retrocedió en las promesas previas de aumentos salariales reales y mejoras en las dietas y horarios, a pesar de que las aerolíneas registraron niveles récord de ocupación este año. La inflación en Brasil ronda el 6%, y el personal de tierra sostiene que su poder adquisitivo se ha deteriorado desde la pandemia.
Los aeropuertos de São Paulo (GRU, CGH), Río de Janeiro (GIG, SDU), Brasília, Porto Alegre y Recife, que emplean a los mayores contingentes de aeroviarios, serán los primeros en sentir el impacto. Aunque los controladores de tráfico aéreo y las tripulaciones no forman parte de esta acción, la experiencia de episodios anteriores de “operación esencial” muestra que los retrasos en pista se acumulan rápidamente, generando demoras en salidas y conexiones perdidas, especialmente en los vuelos matutinos preferidos por viajeros de negocios.
Se recomienda a los gestores de movilidad planificar conexiones con mayor margen, fomentar que los viajeros viajen solo con equipaje de mano y monitorear las redes sociales de cada aeropuerto para actualizaciones sobre la longitud de las filas. Los empleadores con asignados que lleguen después del 5 de diciembre deberían reservar transporte terrestre con anticipación y prever tiempo extra para la entrega de equipaje. Si las negociaciones no se reanudan la próxima semana, los sindicatos han amenazado con escalar a una huelga total antes del pico navideño.
El Ministerio de Puertos y Aviación Civil tiene la facultad legal para requisar personal, pero en disputas anteriores ha preferido mediar. Los analistas señalan que las aerolíneas, bajo presión para mantener la puntualidad durante el lucrativo periodo festivo, podrían volver a la mesa con una oferta salarial mejorada, pero por ahora las empresas deben prepararse para al menos varios días de fricciones operativas.






