
En las primeras horas del 1 de diciembre, reportado el 2 de diciembre, las autoridades italianas coordinaron cuatro rescates separados frente a la costa de Lampedusa, logrando llevar a salvo a 138 personas a tierra firme. Una patrullera de la Guardia di Finanza remolcó al grupo más grande, compuesto por 27 pasajeros sudaneses, somalíes y eritreos, mientras que los Carabinieri interceptaron a 55 nacionales de Bangladesh, Pakistán y Egipto que habían llegado cerca del Molo Favarolo. Dos embarcaciones de madera adicionales fueron localizadas cerca de Cala Croce tras encallar en aguas agitadas.
Todos los sobrevivientes fueron trasladados al centro de acogida de Imbriacola, que apenas había comenzado a reactivarse después de que 73 ocupantes fueran reubicados en centros de recepción sicilianos la noche anterior. El personal médico atendió a una mujer sudanesa por hipotermia en la policlínica de la isla, evidenciando los riesgos sanitarios elevados durante las travesías invernales.
Para las empresas que trasladan personal a través de Sicilia, el incidente indica que los horarios de ferris y vuelos improvisados podrían seguir cambiando, ya que la Guardia Costera requiere espacio en los muelles y plazas para ambulancias aéreas. Los responsables de movilidad deben estar atentos a los NOTAM y avisos portuarios locales, y prever tiempo extra para el tránsito de empleados que pasen por Catania o Palermo.
En el plano político, los desembarcos aumentan la presión sobre los centros de procesamiento acelerado en Albania, que aún enfrentan obstáculos legales. Los legisladores han insinuado que un aumento en las llegadas podría llevar a Roma a acelerar el uso de estas instalaciones offshore, lo que podría desencadenar nuevas demandas por parte de grupos de derechos humanos.
Todos los sobrevivientes fueron trasladados al centro de acogida de Imbriacola, que apenas había comenzado a reactivarse después de que 73 ocupantes fueran reubicados en centros de recepción sicilianos la noche anterior. El personal médico atendió a una mujer sudanesa por hipotermia en la policlínica de la isla, evidenciando los riesgos sanitarios elevados durante las travesías invernales.
Para las empresas que trasladan personal a través de Sicilia, el incidente indica que los horarios de ferris y vuelos improvisados podrían seguir cambiando, ya que la Guardia Costera requiere espacio en los muelles y plazas para ambulancias aéreas. Los responsables de movilidad deben estar atentos a los NOTAM y avisos portuarios locales, y prever tiempo extra para el tránsito de empleados que pasen por Catania o Palermo.
En el plano político, los desembarcos aumentan la presión sobre los centros de procesamiento acelerado en Albania, que aún enfrentan obstáculos legales. Los legisladores han insinuado que un aumento en las llegadas podría llevar a Roma a acelerar el uso de estas instalaciones offshore, lo que podría desencadenar nuevas demandas por parte de grupos de derechos humanos.









