
El Ministerio de Justicia de Corea del Sur anunció el 2 de diciembre que los titulares de pasaportes franceses ya pueden inscribirse para utilizar las puertas automáticas de inmigración en el Aeropuerto Internacional de Seúl-Incheon, ampliando la elegibilidad de cuatro a dieciocho nacionalidades. El registro al llegar toma cinco minutos y reduce el tiempo de control de un promedio de 15 minutos a menos de cinco.
Seúl destacó que la reciprocidad fue clave: Francia ya ofrece a los ciudadanos coreanos acceso rápido PARAFE en París-CDG. Con Corea del Sur apuntando a recibir 30 millones de visitantes extranjeros en 2026, las autoridades esperan que el 40 % de los llegados puedan usar las puertas electrónicas, aliviando los cuellos de botella en la sala de arribos y liberando a los oficiales para controles secundarios de mayor riesgo.
Para las empresas francesas que rotan personal en los clústeres de alta tecnología de Corea, esta mejora elimina un punto conflictivo: las largas filas que en ocasiones han provocado la pérdida de conexiones domésticas. Los responsables de movilidad deben actualizar las instrucciones previas al viaje y animar a los empleados a registrarse en los mostradores dedicados en las salas de llegada C y D.
Las autoridades adelantaron que el programa se ampliará a la nueva terminal internacional de Busan a finales de 2026 y que Corea está negociando el reconocimiento mutuo con el próximo Sistema de Entrada/Salida de la UE, lo que podría ofrecer a los ciudadanos franceses un corredor biométrico entre dos continentes.
Esta medida refuerza una tendencia creciente: esquemas bilaterales o regionales de acceso rápido que operan fuera de las reglas tradicionales de visado pero mejoran significativamente la experiencia del viajero, un factor cada vez más valorado en la selección de destinos y la planificación de asignaciones.
Seúl destacó que la reciprocidad fue clave: Francia ya ofrece a los ciudadanos coreanos acceso rápido PARAFE en París-CDG. Con Corea del Sur apuntando a recibir 30 millones de visitantes extranjeros en 2026, las autoridades esperan que el 40 % de los llegados puedan usar las puertas electrónicas, aliviando los cuellos de botella en la sala de arribos y liberando a los oficiales para controles secundarios de mayor riesgo.
Para las empresas francesas que rotan personal en los clústeres de alta tecnología de Corea, esta mejora elimina un punto conflictivo: las largas filas que en ocasiones han provocado la pérdida de conexiones domésticas. Los responsables de movilidad deben actualizar las instrucciones previas al viaje y animar a los empleados a registrarse en los mostradores dedicados en las salas de llegada C y D.
Las autoridades adelantaron que el programa se ampliará a la nueva terminal internacional de Busan a finales de 2026 y que Corea está negociando el reconocimiento mutuo con el próximo Sistema de Entrada/Salida de la UE, lo que podría ofrecer a los ciudadanos franceses un corredor biométrico entre dos continentes.
Esta medida refuerza una tendencia creciente: esquemas bilaterales o regionales de acceso rápido que operan fuera de las reglas tradicionales de visado pero mejoran significativamente la experiencia del viajero, un factor cada vez más valorado en la selección de destinos y la planificación de asignaciones.










