
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y los líderes de los grupos políticos de la asamblea concluyeron el 2 de diciembre una visita de dos días a Nicosia, sentando las bases para la presidencia de seis meses de Chipre en el Consejo de la UE, que comenzará el 1 de enero de 2026. Las conversaciones con el presidente Nikos Christodoulides y los ministros del gabinete se centraron en finalizar el Pacto sobre Migración y Asilo, acelerar las reformas de Schengen y facilitar las vías de visado laboral para cubrir carencias de habilidades críticas.
Chipre, que aún no forma parte de la zona sin pasaportes, quiere aprovechar su presidencia para asegurar una hoja de ruta clara hacia su adhesión a Schengen, al tiempo que supervisa el retrasado despliegue del Sistema de Entrada/Salida (EES) del bloque. Los responsables también anunciaron planes para organizar reuniones informales de justicia y asuntos internos en Limassol en marzo de 2026, brindando a los actores de la movilidad la oportunidad de influir en los borradores legislativos sobre transferencias intraempresariales y mejoras en la Tarjeta Azul.
Los parlamentarios visitaron instalaciones de recepción a lo largo de la Línea Verde, patrullada por la ONU, y prometieron financiación adicional de la UE para acelerar la resolución de solicitudes de asilo y facilitar los retornos voluntarios. La presencia de la delegación fue ampliamente interpretada como un gesto de solidaridad con Chipre, que recibe la mayor cantidad de solicitudes de asilo per cápita en la UE.
Para los responsables de reubicación corporativa, esta presidencia probablemente marcará las reglas de movilidad en la UE durante años. Las empresas con operaciones en Chipre o en todo el bloque deben seguir de cerca el calendario de la presidencia, aprovechar las consultas públicas y prepararse para posibles cambios en los procedimientos digitales fronterizos y en los programas de atracción de talento.
Chipre, que aún no forma parte de la zona sin pasaportes, quiere aprovechar su presidencia para asegurar una hoja de ruta clara hacia su adhesión a Schengen, al tiempo que supervisa el retrasado despliegue del Sistema de Entrada/Salida (EES) del bloque. Los responsables también anunciaron planes para organizar reuniones informales de justicia y asuntos internos en Limassol en marzo de 2026, brindando a los actores de la movilidad la oportunidad de influir en los borradores legislativos sobre transferencias intraempresariales y mejoras en la Tarjeta Azul.
Los parlamentarios visitaron instalaciones de recepción a lo largo de la Línea Verde, patrullada por la ONU, y prometieron financiación adicional de la UE para acelerar la resolución de solicitudes de asilo y facilitar los retornos voluntarios. La presencia de la delegación fue ampliamente interpretada como un gesto de solidaridad con Chipre, que recibe la mayor cantidad de solicitudes de asilo per cápita en la UE.
Para los responsables de reubicación corporativa, esta presidencia probablemente marcará las reglas de movilidad en la UE durante años. Las empresas con operaciones en Chipre o en todo el bloque deben seguir de cerca el calendario de la presidencia, aprovechar las consultas públicas y prepararse para posibles cambios en los procedimientos digitales fronterizos y en los programas de atracción de talento.









