
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU. (USCIS) ha emitido una nueva directriz que instruye a los oficiales a considerar la nacionalidad de los solicitantes provenientes de cualquiera de los países listados en la Proclamación Presidencial 10949 como un “factor negativo significativo” en decisiones migratorias discrecionales. Esta actualización, vigente para todas las solicitudes pendientes o presentadas a partir del 27 de noviembre de 2025, afecta solicitudes de ajuste de estatus, cambio de estatus, extensiones, exenciones y autorizaciones de empleo que dependen del criterio del oficial.
La proclamación se enfoca en naciones que EE. UU. considera incumplidoras en el intercambio de información o que representan riesgos de seguridad. Aunque USCIS no ordena denegaciones automáticas, los solicitantes de estos países deben esperar solicitudes adicionales de evidencia, procesos más largos y un escrutinio más riguroso durante las entrevistas. La política también aplica a personas con doble nacionalidad que hayan adquirido posteriormente la ciudadanía de alguno de los países listados.
Para los empleadores, este cambio eleva las exigencias para patrocinar talento de Afganistán, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Yemen y una docena de otros países. Los equipos de recursos humanos deben prever tiempos adicionales, prepararse para más solicitudes de evidencia y contar con documentación sólida que justifique la necesidad del proyecto y los controles de seguridad realizados. Los viajes internacionales mientras un caso está en trámite ahora implican mayores riesgos de reingreso.
Los solicitantes individuales deben consultar con un abogado antes de presentar su solicitud o realizar viajes internacionales. Será fundamental contar con pruebas contundentes de sus calificaciones, vínculos y cumplimiento previo para superar la presunción negativa. Los gestores de movilidad deben actualizar las políticas internas para identificar a empleados afectados por esta nueva directriz y priorizar estrategias migratorias alternativas cuando sea posible.
La proclamación se enfoca en naciones que EE. UU. considera incumplidoras en el intercambio de información o que representan riesgos de seguridad. Aunque USCIS no ordena denegaciones automáticas, los solicitantes de estos países deben esperar solicitudes adicionales de evidencia, procesos más largos y un escrutinio más riguroso durante las entrevistas. La política también aplica a personas con doble nacionalidad que hayan adquirido posteriormente la ciudadanía de alguno de los países listados.
Para los empleadores, este cambio eleva las exigencias para patrocinar talento de Afganistán, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Yemen y una docena de otros países. Los equipos de recursos humanos deben prever tiempos adicionales, prepararse para más solicitudes de evidencia y contar con documentación sólida que justifique la necesidad del proyecto y los controles de seguridad realizados. Los viajes internacionales mientras un caso está en trámite ahora implican mayores riesgos de reingreso.
Los solicitantes individuales deben consultar con un abogado antes de presentar su solicitud o realizar viajes internacionales. Será fundamental contar con pruebas contundentes de sus calificaciones, vínculos y cumplimiento previo para superar la presunción negativa. Los gestores de movilidad deben actualizar las políticas internas para identificar a empleados afectados por esta nueva directriz y priorizar estrategias migratorias alternativas cuando sea posible.









