
El nuevo gobierno conservador de Bolivia, bajo la presidencia de Rodrigo Paz, ha eliminado el requisito de visa turística para ciudadanos estadounidenses e israelíes, a partir del 1 de diciembre. Los estadounidenses ahora pueden ingresar al país andino sin visa para estancias de hasta 90 días, revirtiendo el régimen de visa de 185 dólares impuesto en 2007 por el expresidente Evo Morales en medio de tensas relaciones con Estados Unidos.
Esta medida busca revitalizar un sector turístico golpeado por años de inestabilidad política y una grave escasez de divisas. Los economistas del gobierno proyectan que el cambio podría generar 80 millones de dólares adicionales en ingresos turísticos durante los próximos cuatro años, un impulso necesario mientras Bolivia enfrenta su peor crisis económica en 40 años. La Paz estima que el país perdió alrededor de 900 millones de dólares en ingresos turísticos desde 2007 debido a las estrictas normas de visa.
En cuanto a los programas de movilidad global, el cambio facilita los viajes de negocios a corto plazo, visitas técnicas y asignaciones rotativas en los sectores minero, energético e infraestructura, donde el interés de inversión estadounidense está en aumento. Los viajeros aún deben contar con un pasaporte válido por seis meses y prueba de viaje de salida, pero ya no necesitan citas consulares previas al viaje.
Las empresas deben actualizar sus herramientas internas de gestión de viajes y paneles de control de riesgos para reflejar esta modificación; los sistemas antiguos de seguimiento de visas podrían seguir indicando que Bolivia requiere visa. Además, los empleadores deben informar a los viajeros sobre las precauciones de salud relacionadas con la altitud y monitorear las condiciones de seguridad, ya que la continuidad de la política no está garantizada en el contexto político volátil del país.
Esta medida busca revitalizar un sector turístico golpeado por años de inestabilidad política y una grave escasez de divisas. Los economistas del gobierno proyectan que el cambio podría generar 80 millones de dólares adicionales en ingresos turísticos durante los próximos cuatro años, un impulso necesario mientras Bolivia enfrenta su peor crisis económica en 40 años. La Paz estima que el país perdió alrededor de 900 millones de dólares en ingresos turísticos desde 2007 debido a las estrictas normas de visa.
En cuanto a los programas de movilidad global, el cambio facilita los viajes de negocios a corto plazo, visitas técnicas y asignaciones rotativas en los sectores minero, energético e infraestructura, donde el interés de inversión estadounidense está en aumento. Los viajeros aún deben contar con un pasaporte válido por seis meses y prueba de viaje de salida, pero ya no necesitan citas consulares previas al viaje.
Las empresas deben actualizar sus herramientas internas de gestión de viajes y paneles de control de riesgos para reflejar esta modificación; los sistemas antiguos de seguimiento de visas podrían seguir indicando que Bolivia requiere visa. Además, los empleadores deben informar a los viajeros sobre las precauciones de salud relacionadas con la altitud y monitorear las condiciones de seguridad, ya que la continuidad de la política no está garantizada en el contexto político volátil del país.









