
Desde hoy, los refugiados que llegan desde Ucrania a la capital alemana enfrentan un sistema de registro centralizado diseñado para acabar con las largas filas y la gestión improvisada que han caracterizado la respuesta de Berlín desde principios de 2022. Según las directrices publicadas en el portal de la ciudad Berlin.de y resumidas por el sitio informativo Visit Ukraine, todo recién llegado debe presentarse primero en el Ankunftszentrum (centro de llegada) ubicado en Oranienburger Straße 285.
Allí, los funcionarios entregan documentos básicos, revisan el estado médico y, lo más importante, asignan una cita con horario para el registro posterior en el antiguo aeropuerto de Tegel. El centro de Tegel ahora admitirá a los solicitantes estrictamente con cita previa, de lunes a viernes a partir de las 08:00; no se aceptarán personas sin cita. Las autoridades aseguran que este cambio permite realizar entrevistas de seguridad, captura biométrica y asignación de vivienda en un máximo de tres horas por caso, en comparación con las esperas de todo el día que había a principios de año.
La política también aclara que ni el centro de llegada ni los refugios temporales del LAF aceptan mascotas, por lo que se insta a las familias con animales a buscar alojamiento privado. Tras el registro formal, los refugiados deben solicitar por separado la asistencia social y el permiso de residencia temporal bajo el §24, trámites que pueden completarse en línea a través del portal del Landesamt für Einwanderung.
Detrás de este ajuste procedural hay un cambio estratégico más amplio. La llegada diaria de ucranianos a Berlín ha caído de 1,200 en el pico de 2023 a alrededor de 60, lo que ha permitido al Senado desmontar las grandes ciudades de tiendas de campaña y avanzar hacia un alojamiento descentralizado. El objetivo sigue siendo cerrar Tegel por completo a finales de 2026, liberando el terreno para un nuevo distrito residencial.
Para los equipos de movilidad global que trasladan personal ucraniano a Alemania, el mensaje es claro: insistan en que los empleados programen la visita al centro de llegada inmediatamente al entrar y tengan en cuenta la prohibición de mascotas al organizar el alojamiento temporal. Perder la cita ahora significa comenzar el proceso desde cero, un retraso que podría poner en riesgo la elegibilidad para los beneficios sociales.
Allí, los funcionarios entregan documentos básicos, revisan el estado médico y, lo más importante, asignan una cita con horario para el registro posterior en el antiguo aeropuerto de Tegel. El centro de Tegel ahora admitirá a los solicitantes estrictamente con cita previa, de lunes a viernes a partir de las 08:00; no se aceptarán personas sin cita. Las autoridades aseguran que este cambio permite realizar entrevistas de seguridad, captura biométrica y asignación de vivienda en un máximo de tres horas por caso, en comparación con las esperas de todo el día que había a principios de año.
La política también aclara que ni el centro de llegada ni los refugios temporales del LAF aceptan mascotas, por lo que se insta a las familias con animales a buscar alojamiento privado. Tras el registro formal, los refugiados deben solicitar por separado la asistencia social y el permiso de residencia temporal bajo el §24, trámites que pueden completarse en línea a través del portal del Landesamt für Einwanderung.
Detrás de este ajuste procedural hay un cambio estratégico más amplio. La llegada diaria de ucranianos a Berlín ha caído de 1,200 en el pico de 2023 a alrededor de 60, lo que ha permitido al Senado desmontar las grandes ciudades de tiendas de campaña y avanzar hacia un alojamiento descentralizado. El objetivo sigue siendo cerrar Tegel por completo a finales de 2026, liberando el terreno para un nuevo distrito residencial.
Para los equipos de movilidad global que trasladan personal ucraniano a Alemania, el mensaje es claro: insistan en que los empleados programen la visita al centro de llegada inmediatamente al entrar y tengan en cuenta la prohibición de mascotas al organizar el alojamiento temporal. Perder la cita ahora significa comenzar el proceso desde cero, un retraso que podría poner en riesgo la elegibilidad para los beneficios sociales.








