
Una de las reformas migratorias más esperadas del año entra en vigor hoy, 1 de diciembre de 2025: los titulares del estatus de protección S — alrededor de 65,000 personas, en su mayoría refugiados ucranianos de guerra — ya no necesitarán una autorización laboral cantonal para comenzar a trabajar. En su lugar, los empleadores deberán presentar una simple notificación en línea a través del portal federal EasyGov o directamente a la autoridad laboral cantonal cuando contraten a un titular del permiso S, cambie de empleador o finalice una asignación.
Berna espera que este cambio, aprobado por el Consejo Federal el 22 de octubre, reduzca la burocracia, acelere el acceso al mercado laboral y disminuya la dependencia de la asistencia social. Los críticos llevaban tiempo denunciando que el procedimiento en dos pasos (permiso de residencia más permiso de trabajo) generaba cuellos de botella de meses justo cuando Suiza enfrenta una escasez aguda en sectores como salud, tecnología de la información y construcción. Bajo el nuevo modelo, la tarjeta de residencia seguirá acreditando la estancia legal, mientras que los inspectores laborales supervisarán retrospectivamente los salarios y las condiciones laborales.
En la práctica, los equipos de recursos humanos deberán actualizar sus listas de verificación para la incorporación: las notificaciones deben presentarse antes del primer día de trabajo del empleado e incluir datos personales, salario y descripción del puesto. Los cantones podrán exigir a los beneficiarios de asistencia social que participen en programas de integración o reintegración; el incumplimiento puede conllevar reducciones en los beneficios. La interfaz EasyGov se habilitó para pruebas el 23 de octubre y es similar a la herramienta conocida para trabajadores desplazados de 90 días, facilitando su adopción.
La reforma llega junto a un paquete de cambios normativos de diciembre — resumidos esta mañana por los medios suizos — que van desde la reducción de precios de medicamentos con receta hasta la mayor reestructuración del horario ferroviario de SBB en una década. Sin embargo, para los gestores de movilidad global, la medida del permiso S es la protagonista: elimina un gran obstáculo administrativo y abre una nueva fuente de talento justo cuando muchos empleadores suizos luchan por cubrir vacantes.
Berna espera que este cambio, aprobado por el Consejo Federal el 22 de octubre, reduzca la burocracia, acelere el acceso al mercado laboral y disminuya la dependencia de la asistencia social. Los críticos llevaban tiempo denunciando que el procedimiento en dos pasos (permiso de residencia más permiso de trabajo) generaba cuellos de botella de meses justo cuando Suiza enfrenta una escasez aguda en sectores como salud, tecnología de la información y construcción. Bajo el nuevo modelo, la tarjeta de residencia seguirá acreditando la estancia legal, mientras que los inspectores laborales supervisarán retrospectivamente los salarios y las condiciones laborales.
En la práctica, los equipos de recursos humanos deberán actualizar sus listas de verificación para la incorporación: las notificaciones deben presentarse antes del primer día de trabajo del empleado e incluir datos personales, salario y descripción del puesto. Los cantones podrán exigir a los beneficiarios de asistencia social que participen en programas de integración o reintegración; el incumplimiento puede conllevar reducciones en los beneficios. La interfaz EasyGov se habilitó para pruebas el 23 de octubre y es similar a la herramienta conocida para trabajadores desplazados de 90 días, facilitando su adopción.
La reforma llega junto a un paquete de cambios normativos de diciembre — resumidos esta mañana por los medios suizos — que van desde la reducción de precios de medicamentos con receta hasta la mayor reestructuración del horario ferroviario de SBB en una década. Sin embargo, para los gestores de movilidad global, la medida del permiso S es la protagonista: elimina un gran obstáculo administrativo y abre una nueva fuente de talento justo cuando muchos empleadores suizos luchan por cubrir vacantes.






