
El tan esperado Permiso de Residencia para Trabajadores Transfronterizos de Austria entró en vigor el 1 de diciembre de 2025, estableciendo una vía migratoria específica para ciudadanos de terceros países que residen en un Estado miembro vecino de la UE pero que viajan a los distritos fronterizos austríacos por motivos laborales.
Este permiso, regulado en el §12e de la Ley de Empleo de Extranjeros (AuslBG) modificada y publicado en el Boletín Oficial Federal el 3 de noviembre de 2025, cubre un vacío legal que obligaba a los trabajadores fronterizos no comunitarios a gestionar permisos de trabajo temporales y estancias en el espacio Schengen. Los titulares pueden residir permanentemente en Eslovaquia, República Checa, Hungría o Eslovenia mientras trabajan por cuenta ajena en un distrito austriaco adyacente, por períodos de hasta dos años. Los empleadores deben superar una prueba del mercado laboral ante el Servicio Público de Empleo (AMS), aunque el proceso es más ágil que con la tarjeta Roja-Blanca-Roja estándar.
Los trabajadores transfronterizos mantienen la cobertura de seguridad social y la residencia fiscal en su país de origen según los acuerdos bilaterales vigentes; el impuesto a la retención austríaco se aplica únicamente a los ingresos generados en territorio austriaco. El AMS prevé tiempos de resolución de cuatro a seis semanas y recomienda a las empresas tener a mano los pasaportes, contratos laborales y certificados A1 de los trabajadores para posibles controles en las fronteras internas temporales.
Los sectores empresariales, especialmente en logística, manufactura y servicios de cuidado de personas mayores en la frontera oriental, han recibido con agrado esta nueva vía. Argumentan que el ajustado mercado laboral austríaco —con una tasa de desempleo inferior al 4% en los distritos fronterizos del este— no puede aliviarse sin aprovechar el talento de las regiones vecinas. Por su parte, los sindicatos han pedido una supervisión estricta para garantizar que los salarios y condiciones laborales se ajusten a los estándares locales, advirtiendo que cualquier presión a la baja podría generar un rechazo político antes de las elecciones provinciales de 2026.
Este permiso, regulado en el §12e de la Ley de Empleo de Extranjeros (AuslBG) modificada y publicado en el Boletín Oficial Federal el 3 de noviembre de 2025, cubre un vacío legal que obligaba a los trabajadores fronterizos no comunitarios a gestionar permisos de trabajo temporales y estancias en el espacio Schengen. Los titulares pueden residir permanentemente en Eslovaquia, República Checa, Hungría o Eslovenia mientras trabajan por cuenta ajena en un distrito austriaco adyacente, por períodos de hasta dos años. Los empleadores deben superar una prueba del mercado laboral ante el Servicio Público de Empleo (AMS), aunque el proceso es más ágil que con la tarjeta Roja-Blanca-Roja estándar.
Los trabajadores transfronterizos mantienen la cobertura de seguridad social y la residencia fiscal en su país de origen según los acuerdos bilaterales vigentes; el impuesto a la retención austríaco se aplica únicamente a los ingresos generados en territorio austriaco. El AMS prevé tiempos de resolución de cuatro a seis semanas y recomienda a las empresas tener a mano los pasaportes, contratos laborales y certificados A1 de los trabajadores para posibles controles en las fronteras internas temporales.
Los sectores empresariales, especialmente en logística, manufactura y servicios de cuidado de personas mayores en la frontera oriental, han recibido con agrado esta nueva vía. Argumentan que el ajustado mercado laboral austríaco —con una tasa de desempleo inferior al 4% en los distritos fronterizos del este— no puede aliviarse sin aprovechar el talento de las regiones vecinas. Por su parte, los sindicatos han pedido una supervisión estricta para garantizar que los salarios y condiciones laborales se ajusten a los estándares locales, advirtiendo que cualquier presión a la baja podría generar un rechazo político antes de las elecciones provinciales de 2026.








