
Una falla técnica a nivel nacional que afectó el sistema SmartGate de la Fuerza Fronteriza Australiana el 30 de noviembre provocó retrasos de hasta una hora en el procesamiento de pasaportes en los aeropuertos de Sídney, Melbourne y Brisbane, complicando los itinerarios de pasajeros que partían o hacían conexión en Hong Kong. Dos vuelos de Cathay Pacific que llegaban a Brisbane y Sídney permanecieron en la pista mientras los oficiales de inmigración pasaban a un procesamiento manual, según los boletines de operaciones aeroportuarias.
Aunque los sistemas se restablecieron a media tarde, varios vuelos de salida —incluidos Qantas y Virgin Australia con destino a Hong Kong— partieron con hasta 90 minutos de retraso, lo que obligó a algunos viajeros a perder conexiones con ferris y trenes de alta velocidad en Hong Kong. Esta interrupción pone en evidencia la vulnerabilidad de los sistemas fronterizos cada vez más automatizados ante fallos puntuales.
Para los gestores de viajes corporativos, el incidente resalta la importancia de considerar un “tiempo mínimo de conexión más resiliencia” al planificar desplazamientos entre Australia y Hong Kong. “Los equipos deberían evitar reuniones ajustadas el mismo día y dejar al menos un margen de cuatro horas”, recomendó Connie Tsang, responsable de riesgos de viaje en Asia para una minera internacional con operaciones en Perth y sede en Hong Kong.
Las aerolíneas ofrecen cambios de reserva sin cargos dentro de los siete días siguientes, pero las aseguradoras recuerdan a los asegurados que las fallas técnicas en agencias gubernamentales no siempre generan compensaciones automáticas. Los especialistas en movilidad aconsejan documentar estos incidentes en informes post-viaje para mejorar los acuerdos con aerolíneas preferidas y los protocolos de apoyo en emergencias.
Aunque los sistemas se restablecieron a media tarde, varios vuelos de salida —incluidos Qantas y Virgin Australia con destino a Hong Kong— partieron con hasta 90 minutos de retraso, lo que obligó a algunos viajeros a perder conexiones con ferris y trenes de alta velocidad en Hong Kong. Esta interrupción pone en evidencia la vulnerabilidad de los sistemas fronterizos cada vez más automatizados ante fallos puntuales.
Para los gestores de viajes corporativos, el incidente resalta la importancia de considerar un “tiempo mínimo de conexión más resiliencia” al planificar desplazamientos entre Australia y Hong Kong. “Los equipos deberían evitar reuniones ajustadas el mismo día y dejar al menos un margen de cuatro horas”, recomendó Connie Tsang, responsable de riesgos de viaje en Asia para una minera internacional con operaciones en Perth y sede en Hong Kong.
Las aerolíneas ofrecen cambios de reserva sin cargos dentro de los siete días siguientes, pero las aseguradoras recuerdan a los asegurados que las fallas técnicas en agencias gubernamentales no siempre generan compensaciones automáticas. Los especialistas en movilidad aconsejan documentar estos incidentes en informes post-viaje para mejorar los acuerdos con aerolíneas preferidas y los protocolos de apoyo en emergencias.










