
Los viajeros aéreos europeos enfrentaron otra ola de incertidumbre el fin de semana del 30 de noviembre de 2025, debido a una combinación de frentes invernales y falta de personal en las tripulaciones, que provocaron la cancelación de 23 vuelos y 85 retrasos significativos en varias aerolíneas.
Para los pasajeros con base en Finlandia, el mayor impacto se sintió en Helsinki-Vantaa, donde Finnair canceló las rotaciones regionales a Ivalo y Vilna, y advirtió sobre una mayor congestión en el aeropuerto hasta la noche del domingo. La aerolínea atribuyó estos problemas a cuellos de botella en el deshielo de aviones y a bajas por enfermedad de último momento entre el personal de tierra.
Aunque la mayoría de los pasajeros afectados fueron reubicados el mismo día, las agencias de gestión de viajes reportaron dificultades para encontrar asientos disponibles en vuelos hacia el norte, debido a la alta demanda turística en Laponia. Se recomendó a los viajeros de negocios con destino a hubs continentales como París Charles de Gaulle y Londres Heathrow activar opciones de “reserva y espera” o trasladar sus reuniones a formato virtual.
Este episodio pone en evidencia una realidad incómoda para los planificadores de movilidad corporativa: aunque los principales aeropuertos europeos están mejorando su capacidad para despejar la nieve, las plantillas reducidas tras la pandemia dejan poco margen de maniobra cuando las operaciones se ven afectadas. Se aconseja a los empleadores con tareas sensibles al tiempo presupuestar estancias hoteleras de última hora y recordar al personal su derecho a compensaciones bajo la normativa EU261 en caso de cancelaciones bajo control de la aerolínea.
Finnair informó que espera operar con normalidad el lunes, pero continuará monitoreando la disponibilidad de tripulación y las condiciones de las pistas. Además, está coordinando con Finavia para priorizar los turnos de deshielo en sus vuelos de larga distancia hacia Asia, que transportan un alto volumen de pasajeros de negocios en conexión.
Para los pasajeros con base en Finlandia, el mayor impacto se sintió en Helsinki-Vantaa, donde Finnair canceló las rotaciones regionales a Ivalo y Vilna, y advirtió sobre una mayor congestión en el aeropuerto hasta la noche del domingo. La aerolínea atribuyó estos problemas a cuellos de botella en el deshielo de aviones y a bajas por enfermedad de último momento entre el personal de tierra.
Aunque la mayoría de los pasajeros afectados fueron reubicados el mismo día, las agencias de gestión de viajes reportaron dificultades para encontrar asientos disponibles en vuelos hacia el norte, debido a la alta demanda turística en Laponia. Se recomendó a los viajeros de negocios con destino a hubs continentales como París Charles de Gaulle y Londres Heathrow activar opciones de “reserva y espera” o trasladar sus reuniones a formato virtual.
Este episodio pone en evidencia una realidad incómoda para los planificadores de movilidad corporativa: aunque los principales aeropuertos europeos están mejorando su capacidad para despejar la nieve, las plantillas reducidas tras la pandemia dejan poco margen de maniobra cuando las operaciones se ven afectadas. Se aconseja a los empleadores con tareas sensibles al tiempo presupuestar estancias hoteleras de última hora y recordar al personal su derecho a compensaciones bajo la normativa EU261 en caso de cancelaciones bajo control de la aerolínea.
Finnair informó que espera operar con normalidad el lunes, pero continuará monitoreando la disponibilidad de tripulación y las condiciones de las pistas. Además, está coordinando con Finavia para priorizar los turnos de deshielo en sus vuelos de larga distancia hacia Asia, que transportan un alto volumen de pasajeros de negocios en conexión.










