
Alemania se ha unido hoy a una coalición de socios europeos que promete dejar atrás la regla de los líquidos en bolsas de plástico. En un comunicado conjunto anunciado el 30 de noviembre, Berlín confirmó que todos los principales aeropuertos alemanes —incluidos Frankfurt, Múnich y Berlín Brandenburg— están en camino de completar la instalación de escáneres de tomografía computarizada (TC) de última generación para finales de 2026. Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio de la UE para mejorar la seguridad aérea, en el que también participan Reino Unido, Irlanda e Italia.
La adopción de escáneres TC supone un cambio radical para los viajeros. A diferencia de los equipos convencionales de rayos X, la tecnología TC genera imágenes tridimensionales que permiten a los agentes de seguridad detectar explosivos sin que los pasajeros tengan que sacar sus portátiles ni limitar los líquidos a 100 ml. El aeropuerto de Frankfurt estrenará los nuevos carriles en los primeros muelles de su Terminal 3, que costó 4 000 millones de euros, mientras que Múnich ya ha completado una renovación de 45 millones de euros en su punto de control central. En Berlín Brandenburg (BER), 24 carriles ya cuentan con TC y los tiempos de espera promedio han bajado a menos de diez minutos.
El anuncio también coincide con el próximo Sistema de Entrada/Salida (EES) de la UE, previsto para 2025, que reemplazará los sellos de pasaporte por datos biométricos en la frontera Schengen. Las autoridades alemanas aseguran que la combinación de escáneres TC y el EES debería reducir al menos 20 minutos el tiempo total en el aeropuerto para la mayoría de los pasajeros de vuelos cortos y disminuir la necesidad de personal en horas punta hasta en un 15 %.
Para los gestores de viajes corporativos, las implicaciones prácticas son claras: empacar con mayor libertad y planificar conexiones más ajustadas. El Grupo Lufthansa ya ha anunciado que reoptimizará sus bancos de vuelos en Frankfurt y Múnich una vez que los nuevos carriles estén plenamente operativos. Las empresas con un alto volumen de tráfico intra-UE deberían revisar sus políticas de viaje y materiales de formación para que los empleados sepan que la regla de los líquidos de 100 ml desaparecerá pronto en la mayoría de los aeropuertos alemanes, aunque podría seguir vigente en algunas rutas seleccionadas (por ejemplo, vuelos a Estados Unidos o Israel que salgan de terminales antiguas).
Los expertos también advierten sobre posibles problemas iniciales. La Policía Federal debe capacitar a casi 8 000 agentes en el nuevo software, y durante el periodo de transición coexistirán carriles antiguos y nuevos. Por ello, los viajeros deben seguir las indicaciones del aeropuerto y no asumir que las nuevas normas se aplican de forma universal hasta 2026.
La adopción de escáneres TC supone un cambio radical para los viajeros. A diferencia de los equipos convencionales de rayos X, la tecnología TC genera imágenes tridimensionales que permiten a los agentes de seguridad detectar explosivos sin que los pasajeros tengan que sacar sus portátiles ni limitar los líquidos a 100 ml. El aeropuerto de Frankfurt estrenará los nuevos carriles en los primeros muelles de su Terminal 3, que costó 4 000 millones de euros, mientras que Múnich ya ha completado una renovación de 45 millones de euros en su punto de control central. En Berlín Brandenburg (BER), 24 carriles ya cuentan con TC y los tiempos de espera promedio han bajado a menos de diez minutos.
El anuncio también coincide con el próximo Sistema de Entrada/Salida (EES) de la UE, previsto para 2025, que reemplazará los sellos de pasaporte por datos biométricos en la frontera Schengen. Las autoridades alemanas aseguran que la combinación de escáneres TC y el EES debería reducir al menos 20 minutos el tiempo total en el aeropuerto para la mayoría de los pasajeros de vuelos cortos y disminuir la necesidad de personal en horas punta hasta en un 15 %.
Para los gestores de viajes corporativos, las implicaciones prácticas son claras: empacar con mayor libertad y planificar conexiones más ajustadas. El Grupo Lufthansa ya ha anunciado que reoptimizará sus bancos de vuelos en Frankfurt y Múnich una vez que los nuevos carriles estén plenamente operativos. Las empresas con un alto volumen de tráfico intra-UE deberían revisar sus políticas de viaje y materiales de formación para que los empleados sepan que la regla de los líquidos de 100 ml desaparecerá pronto en la mayoría de los aeropuertos alemanes, aunque podría seguir vigente en algunas rutas seleccionadas (por ejemplo, vuelos a Estados Unidos o Israel que salgan de terminales antiguas).
Los expertos también advierten sobre posibles problemas iniciales. La Policía Federal debe capacitar a casi 8 000 agentes en el nuevo software, y durante el periodo de transición coexistirán carriles antiguos y nuevos. Por ello, los viajeros deben seguir las indicaciones del aeropuerto y no asumir que las nuevas normas se aplican de forma universal hasta 2026.







