
Un análisis basado en datos publicado por Cyprus Mail el 30 de noviembre destaca una aparente paradoja en la narrativa migratoria de la isla. Las llegadas irregulares han caído de 17.286 en 2022 a solo 2.281 hasta 2025, lo que supone una reducción del 87%, gracias a un control más estricto en la zona de amortiguamiento, una tramitación de asilo más rápida y un récord de 10.628 retornos voluntarios en los primeros diez meses del año.
A pesar de este cambio, Chipre sigue recibiendo un generoso apoyo de la UE y es calificado como un estado “fronterizo” en el primer Informe Anual sobre Asilo y Migración de la Comisión Europea. El artículo cuestiona si los niveles de financiación reflejan las presiones actuales o un mensaje político arraigado.
Para los empleadores, las cifras son importantes: menos llegadas espontáneas significan menos competencia en los mercados laborales de baja cualificación, pero una aprobación más estricta del asilo podría reducir el número de refugiados legalmente empleables. Además, se señala que Chipre tiene la tasa más baja de reconocimiento de asilo en la UE (30% en primera instancia) y que solo el 10% de los solicitantes obtiene el estatus de refugiado, muy por debajo del 71% de Grecia.
Los equipos de recursos humanos que trabajan con nacionales de terceros países deben estar atentos a los cambios en la política, ya que el gobierno equilibra los fondos de solidaridad de la UE con las necesidades laborales internas. Este debate podría influir en futuras cuotas de permisos de trabajo y programas de integración.
A pesar de este cambio, Chipre sigue recibiendo un generoso apoyo de la UE y es calificado como un estado “fronterizo” en el primer Informe Anual sobre Asilo y Migración de la Comisión Europea. El artículo cuestiona si los niveles de financiación reflejan las presiones actuales o un mensaje político arraigado.
Para los empleadores, las cifras son importantes: menos llegadas espontáneas significan menos competencia en los mercados laborales de baja cualificación, pero una aprobación más estricta del asilo podría reducir el número de refugiados legalmente empleables. Además, se señala que Chipre tiene la tasa más baja de reconocimiento de asilo en la UE (30% en primera instancia) y que solo el 10% de los solicitantes obtiene el estatus de refugiado, muy por debajo del 71% de Grecia.
Los equipos de recursos humanos que trabajan con nacionales de terceros países deben estar atentos a los cambios en la política, ya que el gobierno equilibra los fondos de solidaridad de la UE con las necesidades laborales internas. Este debate podría influir en futuras cuotas de permisos de trabajo y programas de integración.











