
En su reunión de última hora del 28 de noviembre, el Consejo Federal Suizo aprobó formalmente una enmienda a la Ordenanza sobre Admisión, Residencia y Actividad Lucrativa (OASA) que mantiene congelados los techos nacionales de permisos de trabajo por un año más. Para 2026, los empleadores suizos contarán nuevamente con 8.500 autorizaciones para profesionales altamente cualificados provenientes de países terceros: 4.500 permisos de residencia B para asignaciones superiores a doce meses y 4.000 permisos L para estancias de hasta un año. Además, el gabinete renovó los cupos especiales que facilitan el acceso al mercado para proveedores de servicios de la UE/AELC enviados a Suiza por más de 120 días (3.000 permisos L y 500 B) y para nacionales del Reino Unido cubiertos por el Acuerdo de Movilidad de Servicios post-Brexit (1.400 permisos L y 2.100 B).
La presión para reducir las cuotas de inmigración aumentó tras registrarse en 2025 un flujo neto de población que alcanzó su nivel más alto en 17 años, y varios partidos advirtieron que la vivienda y la infraestructura podrían verse desbordadas. Sin embargo, las federaciones empresariales argumentaron que limitar los permisos agravaría la escasez crítica de mano de obra en los sectores de ingeniería, ciencias de la vida y fintech, centrados en Zúrich, Basilea y la región del Lago de Ginebra. Los datos oficiales muestran que solo en el sector tecnológico hay 120.000 vacantes, muchas de las cuales no pueden cubrirse localmente, mientras que la tasa de desempleo en Suiza se mantiene por debajo del 2,2 %.
Al mantener los techos sin cambios, el Consejo ofrece a las multinacionales una rara certeza política en la planificación presupuestaria. Los responsables de movilidad global pueden elaborar sus planes de personal para 2026 sabiendo que los permisos B y L estarán disponibles en proporciones similares a las de los últimos tres años, y los equipos de recursos humanos no necesitan ajustar los umbrales salariales ni la duración de las asignaciones. Las oficinas cantonales de migración emitirán las directrices de asignación en diciembre; históricamente, Zúrich y Ginebra reciben las mayores cuotas.
No obstante, las empresas deben prepararse con antelación: más de la mitad de la cuota federal para nacionales de terceros países ya se había utilizado a finales de septiembre de 2025, y muchos cantones agotaron sus subcuotas antes de fin de año. Se recomienda a los empleadores presentar solicitudes completas, destacar la escasez del perfil buscado en el mercado local y alinear las cartas de asignación con los parámetros salariales publicados por la Secretaría de Estado de Migración (SEM). No hacerlo puede resultar en rechazos o en que las solicitudes se pospongan al siguiente año calendario una vez agotada la asignación de un cantón.
De cara al futuro, se espera que el debate sobre las cuotas se intensifique antes de las elecciones federales de octubre de 2026. El partido derechista SVP ha anunciado una iniciativa parlamentaria para reducir el total en un diez por ciento y reintroducir las pruebas de preferencia en el mercado laboral que fueron eliminadas en 2021. Por ahora, sin embargo, prevalece el statu quo, brindando a los empleadores otros 12 meses de acceso predecible al talento global.
La presión para reducir las cuotas de inmigración aumentó tras registrarse en 2025 un flujo neto de población que alcanzó su nivel más alto en 17 años, y varios partidos advirtieron que la vivienda y la infraestructura podrían verse desbordadas. Sin embargo, las federaciones empresariales argumentaron que limitar los permisos agravaría la escasez crítica de mano de obra en los sectores de ingeniería, ciencias de la vida y fintech, centrados en Zúrich, Basilea y la región del Lago de Ginebra. Los datos oficiales muestran que solo en el sector tecnológico hay 120.000 vacantes, muchas de las cuales no pueden cubrirse localmente, mientras que la tasa de desempleo en Suiza se mantiene por debajo del 2,2 %.
Al mantener los techos sin cambios, el Consejo ofrece a las multinacionales una rara certeza política en la planificación presupuestaria. Los responsables de movilidad global pueden elaborar sus planes de personal para 2026 sabiendo que los permisos B y L estarán disponibles en proporciones similares a las de los últimos tres años, y los equipos de recursos humanos no necesitan ajustar los umbrales salariales ni la duración de las asignaciones. Las oficinas cantonales de migración emitirán las directrices de asignación en diciembre; históricamente, Zúrich y Ginebra reciben las mayores cuotas.
No obstante, las empresas deben prepararse con antelación: más de la mitad de la cuota federal para nacionales de terceros países ya se había utilizado a finales de septiembre de 2025, y muchos cantones agotaron sus subcuotas antes de fin de año. Se recomienda a los empleadores presentar solicitudes completas, destacar la escasez del perfil buscado en el mercado local y alinear las cartas de asignación con los parámetros salariales publicados por la Secretaría de Estado de Migración (SEM). No hacerlo puede resultar en rechazos o en que las solicitudes se pospongan al siguiente año calendario una vez agotada la asignación de un cantón.
De cara al futuro, se espera que el debate sobre las cuotas se intensifique antes de las elecciones federales de octubre de 2026. El partido derechista SVP ha anunciado una iniciativa parlamentaria para reducir el total en un diez por ciento y reintroducir las pruebas de preferencia en el mercado laboral que fueron eliminadas en 2021. Por ahora, sin embargo, prevalece el statu quo, brindando a los empleadores otros 12 meses de acceso predecible al talento global.








