
El medio especializado en turismo *Travel & Tour World* publicó el 29 de noviembre un artículo explicativo sobre cómo Canadá, México, Brasil y varios países del Caribe ahora están sujetos a la misma tarifa de 30 dólares US por el formulario I-94 en cruces terrestres, según la ley “One Big Beautiful Bill Act”. Aunque el artículo repasa principalmente las regulaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), presenta la información de forma clara para que los equipos de movilidad puedan compartirla con los empleados.
Para los viajeros frecuentes basados en Brasil que cruzan habitualmente la frontera sur o norte de EE.UU.—conductores de camiones que entregan piezas automotrices just-in-time, auditores que visitan maquiladoras o personal técnico que alterna entre centros de datos canadienses y estadounidenses—el texto detalla los canales de pago, las categorías de exención y el mecanismo de ajuste por inflación. Al incluir a Brasil junto con Canadá y México, el artículo subraya que Brasilia carece de influencia para negociar exenciones similares a los acuerdos de reciprocidad de visas que busca en otros ámbitos.
¿Por qué es importante? Sumado a las largas esperas para entrevistas de visa en EE.UU. (São Paulo supera los 300 días para visas B de primera vez) y la posible reimposición en 2024 de la “tarifa de integridad de visa” de Washington, este nuevo cobro indica un aumento constante en el costo de movilidad entre Brasil y EE.UU. Las empresas con cadenas de suministro integradas en Norteamérica deberían revisar sus modelos de costos y educar a sus viajeros sobre las diferencias entre entradas aéreas y terrestres.
El artículo también advierte sobre un detalle de cumplimiento: los viajeros que paguen anticipadamente en línea deben portar el recibo digital o arriesgarse a una inspección secundaria. Los oficiales de la CBP han sido instruidos para negar exenciones incluso cuando los sistemas fallen, poniendo la responsabilidad en los viajeros de planificar con anticipación.
En conjunto, la nota refuerza la tendencia hacia políticas fronterizas basadas en el pago por uso, que podrían afectar decisiones de rutas, presupuestos de viaje e incluso la viabilidad de futuras asignaciones cortas que impliquen desplazamientos transfronterizos.
Para los viajeros frecuentes basados en Brasil que cruzan habitualmente la frontera sur o norte de EE.UU.—conductores de camiones que entregan piezas automotrices just-in-time, auditores que visitan maquiladoras o personal técnico que alterna entre centros de datos canadienses y estadounidenses—el texto detalla los canales de pago, las categorías de exención y el mecanismo de ajuste por inflación. Al incluir a Brasil junto con Canadá y México, el artículo subraya que Brasilia carece de influencia para negociar exenciones similares a los acuerdos de reciprocidad de visas que busca en otros ámbitos.
¿Por qué es importante? Sumado a las largas esperas para entrevistas de visa en EE.UU. (São Paulo supera los 300 días para visas B de primera vez) y la posible reimposición en 2024 de la “tarifa de integridad de visa” de Washington, este nuevo cobro indica un aumento constante en el costo de movilidad entre Brasil y EE.UU. Las empresas con cadenas de suministro integradas en Norteamérica deberían revisar sus modelos de costos y educar a sus viajeros sobre las diferencias entre entradas aéreas y terrestres.
El artículo también advierte sobre un detalle de cumplimiento: los viajeros que paguen anticipadamente en línea deben portar el recibo digital o arriesgarse a una inspección secundaria. Los oficiales de la CBP han sido instruidos para negar exenciones incluso cuando los sistemas fallen, poniendo la responsabilidad en los viajeros de planificar con anticipación.
En conjunto, la nota refuerza la tendencia hacia políticas fronterizas basadas en el pago por uso, que podrían afectar decisiones de rutas, presupuestos de viaje e incluso la viabilidad de futuras asignaciones cortas que impliquen desplazamientos transfronterizos.










