
Los aeropuertos europeos han comenzado a implementar escáneres de tomografía computarizada de última generación y a relajar las normas sobre líquidos, una transformación que Travel and Tour World calificó el 30 de noviembre como “la mayor renovación de seguridad en Europa”. Aunque el titular se centró en Reino Unido, Alemania, Irlanda e Italia, el Aeropuerto de Bruselas sigue la misma línea y ya ha instalado 36 puertas electrónicas y 61 quioscos de autoservicio en preparación para el nuevo Sistema de Entrada/Salida (EES) de la UE.
Con el EES, que se espera entre en funcionamiento en el área Schengen por etapas a partir de octubre de 2025, los ciudadanos de terceros países tendrán que registrar sus huellas dactilares y una imagen facial en su primer punto de entrada, sustituyendo los sellos manuales en el pasaporte. La compañía del Aeropuerto de Bruselas ha construido 12 cabinas adicionales de control fronterizo y equipado todas las cabinas con cámaras para gestionar el aumento en la recopilación de datos.
Para las empresas belgas, el momento es crucial. Desde el cuarto trimestre de 2025, los empleados no comunitarios que realicen viajes frecuentes fuera del bloque deberán considerar tiempos adicionales en el control fronterizo al regresar, especialmente si no han preregistrado sus datos biométricos. Los empleadores deberían aconsejar a su personal llegar al menos tres horas antes de vuelos de larga distancia hasta que se estabilicen los flujos de pasajeros.
Sin embargo, la introducción de los escáneres CT acelerará la seguridad para los ciudadanos de la UE. Se espera que Bélgica siga el ejemplo de Heathrow y Dublín, permitiendo a los viajeros mantener líquidos de hasta dos litros y dispositivos electrónicos dentro del equipaje de mano una vez que el nuevo equipo esté certificado, lo que podría reducir en un 30 % los tiempos de espera en las horas punta de la mañana.
Puntos clave para los responsables de movilidad: actualizar los manuales de viaje de los empleados para explicar los procedimientos del EES, presupuestar posibles retrasos en los trayectos dentro del espacio Schengen y vigilar los niveles de personal de la Policía Federal en el Aeropuerto de Bruselas, ya que la falta de agentes podría convertir la prometida frontera “sin fricciones” en un cuello de botella.
Con el EES, que se espera entre en funcionamiento en el área Schengen por etapas a partir de octubre de 2025, los ciudadanos de terceros países tendrán que registrar sus huellas dactilares y una imagen facial en su primer punto de entrada, sustituyendo los sellos manuales en el pasaporte. La compañía del Aeropuerto de Bruselas ha construido 12 cabinas adicionales de control fronterizo y equipado todas las cabinas con cámaras para gestionar el aumento en la recopilación de datos.
Para las empresas belgas, el momento es crucial. Desde el cuarto trimestre de 2025, los empleados no comunitarios que realicen viajes frecuentes fuera del bloque deberán considerar tiempos adicionales en el control fronterizo al regresar, especialmente si no han preregistrado sus datos biométricos. Los empleadores deberían aconsejar a su personal llegar al menos tres horas antes de vuelos de larga distancia hasta que se estabilicen los flujos de pasajeros.
Sin embargo, la introducción de los escáneres CT acelerará la seguridad para los ciudadanos de la UE. Se espera que Bélgica siga el ejemplo de Heathrow y Dublín, permitiendo a los viajeros mantener líquidos de hasta dos litros y dispositivos electrónicos dentro del equipaje de mano una vez que el nuevo equipo esté certificado, lo que podría reducir en un 30 % los tiempos de espera en las horas punta de la mañana.
Puntos clave para los responsables de movilidad: actualizar los manuales de viaje de los empleados para explicar los procedimientos del EES, presupuestar posibles retrasos en los trayectos dentro del espacio Schengen y vigilar los niveles de personal de la Policía Federal en el Aeropuerto de Bruselas, ya que la falta de agentes podría convertir la prometida frontera “sin fricciones” en un cuello de botella.









