
El tan esperado Sistema de Entrada/Salida (EES) de la Unión Europea pasó de fase piloto a operación completa el 29 de noviembre, y Austria activó el sistema en los aeropuertos de Viena, Salzburgo e Innsbruck, así como en los principales pasos fronterizos terrestres. La nueva plataforma captura las huellas dactilares y una imagen facial de alta resolución de cada viajero no perteneciente a la UE en su primera entrada; en visitas posteriores, solo se requiere una biometría. Los datos se almacenan durante tres años y calculan automáticamente el tiempo de permanencia en el espacio Schengen, reemplazando el antiguo sistema de sellado de pasaportes.
Los sindicatos de la policía fronteriza austriaca señalan que los quioscos de registro añaden entre dos y cuatro minutos por pasajero en horas punta. El aeropuerto de Viena ha reasignado personal de los controles de seguridad a inmigración y recomienda a las aerolíneas informar a los pasajeros que lleguen al menos 30 minutos antes. La verdadera prueba llegará a mediados de diciembre, cuando los vuelos chárter de vacaciones de invierno aumenten las llegadas diarias hasta en un 20%.
Para los programas de movilidad global, el cambio es radical. El conteo automático hace casi imposible “reiniciar” el reloj Schengen de 90/180 días con una escapada rápida fuera del bloque, una táctica que algunos viajeros de negocios aún utilizan. Las estancias prolongadas activarán alertas inmediatas, que pueden derivar en denegaciones de entrada o multas. Las empresas deberían auditar los sellos de entrada históricos, alinear futuros viajes con los datos en tiempo real del EES y actualizar las herramientas de seguimiento de viajeros para extraer registros directamente desde la API del EES cuando esté disponible.
La precisión en el registro es fundamental, ya que el EES se conecta directamente con ETIAS, la autorización electrónica de viaje que los nacionales exentos de visa necesitarán a partir de 2026. Un número de pasaporte incorrecto o un nombre mal escrito hoy podría generar una denegación de ETIAS mañana. Los gestores de movilidad podrían distribuir una guía rápida para el uso de los quioscos y designar servicios de “acompañamiento” en el aeropuerto para asignados VIP hasta que el flujo se estabilice.
A pesar de los problemas iniciales, las autoridades turísticas austriacas señalan la experiencia de Croacia a principios de este año, donde los tiempos de procesamiento volvieron a los niveles previos al EES en ocho semanas. Para la primavera de 2026, Viena espera aprovechar la biometría para implementar más puertas electrónicas automáticas, acortando potencialmente las colas por debajo del nivel actual.
Los sindicatos de la policía fronteriza austriaca señalan que los quioscos de registro añaden entre dos y cuatro minutos por pasajero en horas punta. El aeropuerto de Viena ha reasignado personal de los controles de seguridad a inmigración y recomienda a las aerolíneas informar a los pasajeros que lleguen al menos 30 minutos antes. La verdadera prueba llegará a mediados de diciembre, cuando los vuelos chárter de vacaciones de invierno aumenten las llegadas diarias hasta en un 20%.
Para los programas de movilidad global, el cambio es radical. El conteo automático hace casi imposible “reiniciar” el reloj Schengen de 90/180 días con una escapada rápida fuera del bloque, una táctica que algunos viajeros de negocios aún utilizan. Las estancias prolongadas activarán alertas inmediatas, que pueden derivar en denegaciones de entrada o multas. Las empresas deberían auditar los sellos de entrada históricos, alinear futuros viajes con los datos en tiempo real del EES y actualizar las herramientas de seguimiento de viajeros para extraer registros directamente desde la API del EES cuando esté disponible.
La precisión en el registro es fundamental, ya que el EES se conecta directamente con ETIAS, la autorización electrónica de viaje que los nacionales exentos de visa necesitarán a partir de 2026. Un número de pasaporte incorrecto o un nombre mal escrito hoy podría generar una denegación de ETIAS mañana. Los gestores de movilidad podrían distribuir una guía rápida para el uso de los quioscos y designar servicios de “acompañamiento” en el aeropuerto para asignados VIP hasta que el flujo se estabilice.
A pesar de los problemas iniciales, las autoridades turísticas austriacas señalan la experiencia de Croacia a principios de este año, donde los tiempos de procesamiento volvieron a los niveles previos al EES en ocho semanas. Para la primavera de 2026, Viena espera aprovechar la biometría para implementar más puertas electrónicas automáticas, acortando potencialmente las colas por debajo del nivel actual.









