
Datos recientes publicados el 28 de noviembre por ANAC y analizados por VisaHQ revelan que en octubre de 2025 volaron 11 millones de pasajeros en aerolíneas brasileñas, la cifra mensual más alta desde que se registran datos en 2000. El tráfico doméstico predominó con poco más de 9 millones de viajeros, mientras que los vuelos internacionales superaron los 2 millones por solo cuarta vez en la historia. Los factores de ocupación promediaron un 83 % en rutas nacionales y un sólido 87 % en vuelos de larga distancia, reflejando la recuperación tanto de la demanda turística como corporativa.
Este hito es clave para los profesionales de movilidad: las aerolíneas están retomando las frecuencias previas a la pandemia, lo que amplía la disponibilidad de asientos para viajes de última hora y reduce las tarifas promedio fuera de los picos tradicionales. Gol ya anunció un aumento del 12 % en su capacidad para el primer trimestre de 2026, y LATAM confirmó que reanudará las rutas São Paulo–Johannesburgo y Río de Janeiro–Madrid en marzo.
La infraestructura aeroportuaria, que durante mucho tiempo fue un cuello de botella, avanza lentamente. Las recientes concesiones en Congonhas y Santos Dumont incluyen ampliaciones obligatorias de muelles y sistemas digitales de control de pasaportes que reducen en cinco minutos el tiempo promedio de espera en inmigración. Por su parte, ANAC anunció que propondrá elevar el límite de wet-leases extranjeros para garantizar capacidad suficiente durante el verano austral.
Para los equipos de recursos humanos, estas cifras indican una mayor presión en los mercados de hoteles y alojamientos temporales en São Paulo y Río durante las principales ferias comerciales. Las empresas deberían asegurar tarifas corporativas con anticipación y fomentar que sus empleados se inscriban en los controles biométricos de pasaportes, ya operativos en los seis aeropuertos más transitados de Brasil, para agilizar los tiempos de tránsito.
Este hito es clave para los profesionales de movilidad: las aerolíneas están retomando las frecuencias previas a la pandemia, lo que amplía la disponibilidad de asientos para viajes de última hora y reduce las tarifas promedio fuera de los picos tradicionales. Gol ya anunció un aumento del 12 % en su capacidad para el primer trimestre de 2026, y LATAM confirmó que reanudará las rutas São Paulo–Johannesburgo y Río de Janeiro–Madrid en marzo.
La infraestructura aeroportuaria, que durante mucho tiempo fue un cuello de botella, avanza lentamente. Las recientes concesiones en Congonhas y Santos Dumont incluyen ampliaciones obligatorias de muelles y sistemas digitales de control de pasaportes que reducen en cinco minutos el tiempo promedio de espera en inmigración. Por su parte, ANAC anunció que propondrá elevar el límite de wet-leases extranjeros para garantizar capacidad suficiente durante el verano austral.
Para los equipos de recursos humanos, estas cifras indican una mayor presión en los mercados de hoteles y alojamientos temporales en São Paulo y Río durante las principales ferias comerciales. Las empresas deberían asegurar tarifas corporativas con anticipación y fomentar que sus empleados se inscriban en los controles biométricos de pasaportes, ya operativos en los seis aeropuertos más transitados de Brasil, para agilizar los tiempos de tránsito.









