
Los pasajeros de Jetstar despertaron el sábado 29 de noviembre con decenas de cancelaciones y retrasos tras una directiva emitida durante la noche por Airbus que ordenaba revertir de inmediato el software en miles de aviones de la familia A320 en todo el mundo.
La medida se tomó después de un incidente en un vuelo de JetBlue en Estados Unidos, donde datos corruptos del control de vuelo —presumiblemente causados por una actividad solar elevada— provocaron una pérdida súbita de altitud. Los ingenieros de Airbus identificaron el problema en la interacción entre la computadora de gestión de vuelo (FMGC) y la última arquitectura de la base de datos de navegación. Hasta que se certifique un parche definitivo, los operadores deben regresar a la versión anterior del software.
Jetstar confirmó que 34 de sus 85 A320 necesitaban esta actualización de dos a tres horas, lo que obligó a la aerolínea de bajo costo a cancelar cerca de 90 vuelos domésticos y algunos internacionales de corta distancia. Las mayores afectaciones se registraron en Brisbane, Sídney y Melbourne, dejando varados a miles de viajeros al inicio de la temporada alta de verano. Para la tarde, 20 aviones ya habían vuelto a operar y se espera que el resto esté listo para el domingo. Qantas y Virgin Australia, cuyas pequeñas flotas de A320 se destinan principalmente a vuelos chárter y regionales, no reportaron impactos operativos y ofrecieron capacidad adicional cuando fue posible.
Analistas de aviación señalan que este incidente pone en evidencia la creciente complejidad ciberfísica de las flotas modernas y la importancia de protocolos rigurosos para la gestión de cambios en el software aeronáutico. Para los gestores de viajes corporativos, la lección es la necesidad de monitoreo en tiempo real de las interrupciones y sistemas flexibles de reprogramación, incluso cuando los problemas se originan en el extranjero. Los equipos de gestión de riesgos de viaje también deben considerar el papel cada vez mayor de los eventos meteorológicos espaciales en la planificación de la resiliencia aérea, con expertos que prevén un aumento en la actividad geomagnética cuando el ciclo solar alcance su pico en 2026.
Jetstar está ofreciendo a los clientes afectados reubicaciones sin costo o reembolsos, y ha instado a los pasajeros con vuelos durante el fin de semana a verificar el estado de sus vuelos antes de dirigirse al aeropuerto. Aeropuertos y servicios de transporte compartido se preparan para las repercusiones del domingo, cuando se espera que las rotaciones de aviones y las horas de tripulación sigan desajustadas.
La medida se tomó después de un incidente en un vuelo de JetBlue en Estados Unidos, donde datos corruptos del control de vuelo —presumiblemente causados por una actividad solar elevada— provocaron una pérdida súbita de altitud. Los ingenieros de Airbus identificaron el problema en la interacción entre la computadora de gestión de vuelo (FMGC) y la última arquitectura de la base de datos de navegación. Hasta que se certifique un parche definitivo, los operadores deben regresar a la versión anterior del software.
Jetstar confirmó que 34 de sus 85 A320 necesitaban esta actualización de dos a tres horas, lo que obligó a la aerolínea de bajo costo a cancelar cerca de 90 vuelos domésticos y algunos internacionales de corta distancia. Las mayores afectaciones se registraron en Brisbane, Sídney y Melbourne, dejando varados a miles de viajeros al inicio de la temporada alta de verano. Para la tarde, 20 aviones ya habían vuelto a operar y se espera que el resto esté listo para el domingo. Qantas y Virgin Australia, cuyas pequeñas flotas de A320 se destinan principalmente a vuelos chárter y regionales, no reportaron impactos operativos y ofrecieron capacidad adicional cuando fue posible.
Analistas de aviación señalan que este incidente pone en evidencia la creciente complejidad ciberfísica de las flotas modernas y la importancia de protocolos rigurosos para la gestión de cambios en el software aeronáutico. Para los gestores de viajes corporativos, la lección es la necesidad de monitoreo en tiempo real de las interrupciones y sistemas flexibles de reprogramación, incluso cuando los problemas se originan en el extranjero. Los equipos de gestión de riesgos de viaje también deben considerar el papel cada vez mayor de los eventos meteorológicos espaciales en la planificación de la resiliencia aérea, con expertos que prevén un aumento en la actividad geomagnética cuando el ciclo solar alcance su pico en 2026.
Jetstar está ofreciendo a los clientes afectados reubicaciones sin costo o reembolsos, y ha instado a los pasajeros con vuelos durante el fin de semana a verificar el estado de sus vuelos antes de dirigirse al aeropuerto. Aeropuertos y servicios de transporte compartido se preparan para las repercusiones del domingo, cuando se espera que las rotaciones de aviones y las horas de tripulación sigan desajustadas.









