
Los extranjeros que deseen pasar un año o más en Austria sin realizar actividades laborales locales — jubilados, padres acompañantes de empleados desplazados, artistas y nómadas digitales con ingresos propios — enfrentan ahora un plazo muy ajustado para asegurar su lugar en la cuota de inmigración del próximo año.
El 26 de noviembre, el Ministerio Federal de Asuntos Europeos e Internacionales (BMEIA) publicó discretamente un aviso confirmando que solo los solicitantes que obtuvieron un código de preinscripción a principios de este mes podrán acceder al calendario consular entre el 1 y el 8 de diciembre de 2025. Cada miembro de la familia necesita una cita individual, y las reservas hechas en categorías incorrectas (por ejemplo, permisos de estudiante o empleo) serán canceladas automáticamente. Las citas no reclamadas se liberarán al público general después del 15 de diciembre, pero las fechas disponibles serán para 2026, lo que hace prácticamente imposible una mudanza a mitad de año.
La demanda del “Permiso de Residencia – Sin Empleo Remunerado” supera con creces la oferta: la cuota total para 2025 de 5,470 plazas se agotó en cuestión de horas. Este permiso no permite trabajar, por lo que los solicitantes deben demostrar ingresos de al menos el doble del umbral de beneficios sociales austriaco (actualmente €2,178 mensuales para personas solteras) o ahorros bancarios de aproximadamente €30,000, además de presentar seguro de salud y alojamiento adecuado.
Para los equipos de movilidad corporativa, esta noticia es especialmente relevante cuando cónyuges sin empleo, padres dependientes o hijos mayores de 18 años acompañan a empleados altamente cualificados desplazados. Recursos Humanos debe asegurarse de que los familiares afectados tengan su código de reserva listo y que la ortografía del pasaporte coincida exactamente con el código; un solo error impedirá el acceso al calendario. Dado que las citas se asignan por orden de llegada, los gestores de viajes podrían organizar una “fiesta de reservas” temprano en la mañana para maximizar las posibilidades de éxito.
No conseguir una cita ahora implica esperar un año entero o trasladarse bajo un estatus diferente — y más restrictivo — como la estancia de visitante en espera, que prohíbe el registro local y complica aspectos como la escolarización, el seguro de salud y los contratos de alquiler.
El 26 de noviembre, el Ministerio Federal de Asuntos Europeos e Internacionales (BMEIA) publicó discretamente un aviso confirmando que solo los solicitantes que obtuvieron un código de preinscripción a principios de este mes podrán acceder al calendario consular entre el 1 y el 8 de diciembre de 2025. Cada miembro de la familia necesita una cita individual, y las reservas hechas en categorías incorrectas (por ejemplo, permisos de estudiante o empleo) serán canceladas automáticamente. Las citas no reclamadas se liberarán al público general después del 15 de diciembre, pero las fechas disponibles serán para 2026, lo que hace prácticamente imposible una mudanza a mitad de año.
La demanda del “Permiso de Residencia – Sin Empleo Remunerado” supera con creces la oferta: la cuota total para 2025 de 5,470 plazas se agotó en cuestión de horas. Este permiso no permite trabajar, por lo que los solicitantes deben demostrar ingresos de al menos el doble del umbral de beneficios sociales austriaco (actualmente €2,178 mensuales para personas solteras) o ahorros bancarios de aproximadamente €30,000, además de presentar seguro de salud y alojamiento adecuado.
Para los equipos de movilidad corporativa, esta noticia es especialmente relevante cuando cónyuges sin empleo, padres dependientes o hijos mayores de 18 años acompañan a empleados altamente cualificados desplazados. Recursos Humanos debe asegurarse de que los familiares afectados tengan su código de reserva listo y que la ortografía del pasaporte coincida exactamente con el código; un solo error impedirá el acceso al calendario. Dado que las citas se asignan por orden de llegada, los gestores de viajes podrían organizar una “fiesta de reservas” temprano en la mañana para maximizar las posibilidades de éxito.
No conseguir una cita ahora implica esperar un año entero o trasladarse bajo un estatus diferente — y más restrictivo — como la estancia de visitante en espera, que prohíbe el registro local y complica aspectos como la escolarización, el seguro de salud y los contratos de alquiler.








