
Solo horas después de que funcionarios paquistaníes afirmaran un congelamiento de visas, un portavoz de la Embajada de los Emiratos Árabes Unidos en Islamabad declaró a Khaleej Times el 27 de noviembre que “no existe ninguna prohibición de visas para ciudadanos paquistaníes.” El diplomático señaló que las solicitudes continúan siendo evaluadas bajo los criterios normales de seguridad y elegibilidad, y añadió que los rumores sobre una suspensión total son “incorrectos y exagerados.”
Esta rápida desmentida pone de manifiesto la opacidad en la gestión de visas en el Golfo, donde las oficinas consulares a veces aplican directrices no publicadas que varían según la categoría del pasaporte, la profesión o incluso el historial de viajes. Agencias de viajes contactadas en Karachi confirman un aumento en las tasas de rechazo, pero reportan aprobaciones esporádicas para trabajadores altamente calificados y familiares directos de residentes en los EAU.
Los empleadores están en una situación complicada. Empresas de construcción con ingenieros paquistaníes en sus planes de personal han dividido las solicitudes entre proyectos en Emiratos y Qatar para mitigar la incertidumbre. Multinacionales aconsejan a los transferidos que consideren tiempos adicionales en sus cronogramas de movilización y que tengan a mano certificados de antecedentes penales escaneados, un documento que ahora se solicita con frecuencia durante la evaluación.
Expertos en políticas señalan que la negativa podría ser un mensaje diplomático calculado: los gobiernos del Golfo suelen evitar el término políticamente cargado “prohibición,” prefiriendo límites administrativos flexibles que pueden relajarse conforme avancen las negociaciones bilaterales. Con una cumbre de ministros del CCG prevista para diciembre, ambas partes tienen incentivos para bajar la tensión en la narrativa.
Hasta que haya claridad, se recomienda a los viajeros paquistaníes utilizar centros de mecanografía acreditados, verificar dos veces los códigos de profesión en sus solicitudes y, cuando sea posible, obtener cartas de invitación de patrocinadores basados en los EAU que detallen el salario y las condiciones de alojamiento.
Esta rápida desmentida pone de manifiesto la opacidad en la gestión de visas en el Golfo, donde las oficinas consulares a veces aplican directrices no publicadas que varían según la categoría del pasaporte, la profesión o incluso el historial de viajes. Agencias de viajes contactadas en Karachi confirman un aumento en las tasas de rechazo, pero reportan aprobaciones esporádicas para trabajadores altamente calificados y familiares directos de residentes en los EAU.
Los empleadores están en una situación complicada. Empresas de construcción con ingenieros paquistaníes en sus planes de personal han dividido las solicitudes entre proyectos en Emiratos y Qatar para mitigar la incertidumbre. Multinacionales aconsejan a los transferidos que consideren tiempos adicionales en sus cronogramas de movilización y que tengan a mano certificados de antecedentes penales escaneados, un documento que ahora se solicita con frecuencia durante la evaluación.
Expertos en políticas señalan que la negativa podría ser un mensaje diplomático calculado: los gobiernos del Golfo suelen evitar el término políticamente cargado “prohibición,” prefiriendo límites administrativos flexibles que pueden relajarse conforme avancen las negociaciones bilaterales. Con una cumbre de ministros del CCG prevista para diciembre, ambas partes tienen incentivos para bajar la tensión en la narrativa.
Hasta que haya claridad, se recomienda a los viajeros paquistaníes utilizar centros de mecanografía acreditados, verificar dos veces los códigos de profesión en sus solicitudes y, cuando sea posible, obtener cartas de invitación de patrocinadores basados en los EAU que detallen el salario y las condiciones de alojamiento.







