La Federación Iraní de Fútbol anunció el 28 de noviembre que no asistirá a la ceremonia del sorteo final del Mundial de la FIFA 2026 en Washington D.C., debido a que funcionarios clave no han recibido las visas estadounidenses. El portavoz de la federación, Amir-Mahdi Alavi, declaró a medios estatales que, tras múltiples gestiones con la embajada de EE.UU., no obtuvieron “ninguna garantía” de que las visas se emitirían a tiempo para el evento del 5 de diciembre en el Kennedy Center.
Estados Unidos mantiene desde junio de 2025 una prohibición parcial de viaje para ciudadanos iraníes, aunque había mostrado disposición para otorgar exenciones caso por caso a atletas y personal esencial que asista a eventos deportivos importantes. Las autoridades iraníes sostienen que el sorteo es fundamental para la logística del torneo y debería estar exento de la restricción. FIFA ha sido solicitada para intervenir, pero aún no se ha pronunciado públicamente.
![Irán boicoteará el sorteo del Mundial 2026 en Washington por negación de visas de EE. UU.]()
Este episodio pone en evidencia las repercusiones diplomáticas de las políticas de visas estadounidenses. Aunque se espera que la selección y el cuerpo técnico iraní reciban visas para el torneo, la ausencia en el sorteo podría dificultar negociaciones comerciales con patrocinadores y complicar la organización de campamentos de entrenamiento previos en Norteamérica.
Para los gestores de movilidad que coordinan viajes deportivos o activaciones de patrocinio, el mensaje es claro: las solicitudes de exención deben presentarse con anticipación y acompañarse de itinerarios detallados y cartas de respaldo. El Departamento de Estado ha indicado que cada viajero será sometido a protocolos de seguridad reforzados y que la posesión previa de una visa B-1/B-2 no garantiza aprobaciones futuras bajo esta normativa.
Si Irán cumple con su boicot, FIFA podría verse obligada a realizar el sorteo de forma remota, un paso sin precedentes que podría sentar un precedente para otros países afectados por restricciones de entrada.
Estados Unidos mantiene desde junio de 2025 una prohibición parcial de viaje para ciudadanos iraníes, aunque había mostrado disposición para otorgar exenciones caso por caso a atletas y personal esencial que asista a eventos deportivos importantes. Las autoridades iraníes sostienen que el sorteo es fundamental para la logística del torneo y debería estar exento de la restricción. FIFA ha sido solicitada para intervenir, pero aún no se ha pronunciado públicamente.
Este episodio pone en evidencia las repercusiones diplomáticas de las políticas de visas estadounidenses. Aunque se espera que la selección y el cuerpo técnico iraní reciban visas para el torneo, la ausencia en el sorteo podría dificultar negociaciones comerciales con patrocinadores y complicar la organización de campamentos de entrenamiento previos en Norteamérica.
Para los gestores de movilidad que coordinan viajes deportivos o activaciones de patrocinio, el mensaje es claro: las solicitudes de exención deben presentarse con anticipación y acompañarse de itinerarios detallados y cartas de respaldo. El Departamento de Estado ha indicado que cada viajero será sometido a protocolos de seguridad reforzados y que la posesión previa de una visa B-1/B-2 no garantiza aprobaciones futuras bajo esta normativa.
Si Irán cumple con su boicot, FIFA podría verse obligada a realizar el sorteo de forma remota, un paso sin precedentes que podría sentar un precedente para otros países afectados por restricciones de entrada.
