
El 28 de noviembre de 2025, el Vaticano confirmó los detalles del primer viaje al extranjero del Papa León XIV, que incluirá Turquía y Líbano, destacando la compleja logística detrás de los vuelos denominados “Shepherd One” operados por ITA Airways. A diferencia de los jefes de Estado que viajan en aviones gubernamentales, los papas fletan aviones comerciales regulares, transformándolos en salas de prensa volantes y capillas temporales durante toda la misión.
ITA Airways, la sucesora estatal de Alitalia, que vendió una participación minoritaria al Grupo Lufthansa a principios de este año, asume ahora esta responsabilidad. Para este viaje de seis días, la aerolínea adaptó un Airbus A320neo, retirando filas para crear espacio de trabajo para los medios vaticanos e instalando discretos elementos litúrgicos. Un equipo previo de 60 personas de ITA y de la Prefectura de la Casa Pontificia del Vaticano pasó semanas coordinando exenciones de franjas horarias, permisos de sobrevuelo y un catering personalizado que cumple con los protocolos eclesiásticos y de seguridad.
Aunque los viajes papales tienen un carácter espiritual, también tienen un impacto comercial real. Estos vuelos de alto perfil ponen la marca ITA frente a emisoras globales y suelen impulsar negociaciones de rutas con países anfitriones interesados en aprovechar el turismo de peregrinación. En Turquía, las autoridades locales confirmaron conversaciones con ITA para reactivar una escala nocturna Roma-Estambul que podría alimentar el tráfico de conexión hacia el sureste de Italia. La autoridad de aviación civil de Líbano insinuó una flexibilidad temporal en los derechos de tráfico para acomodar el esperado aumento de peregrinos que viajarán desde los hubs italianos.
Para los gestores de viajes corporativos, las visitas papales pueden reducir la disponibilidad en cabinas premium y provocar restricciones ad hoc en las franjas horarias de salida y regreso en Roma-Fiumicino. Las empresas con movimientos sensibles al tiempo deberían monitorear los NOTAM y considerar aeropuertos secundarios cuando sea posible. El próximo viaje papal, a México en febrero de 2026, ya ha generado solicitudes preliminares para aumentar la capacidad de aviones de fuselaje ancho de ITA.
Más allá de la aviación, el Vaticano depende de los gobiernos anfitriones para cubrir la mayor parte de los gastos en tierra, convirtiendo efectivamente las peregrinaciones religiosas en visitas de Estado. Este modelo incentiva a las agencias de promoción turística a posicionar los viajes oficiales como un motor para ampliar la movilidad y los vínculos de inversión con Italia.
ITA Airways, la sucesora estatal de Alitalia, que vendió una participación minoritaria al Grupo Lufthansa a principios de este año, asume ahora esta responsabilidad. Para este viaje de seis días, la aerolínea adaptó un Airbus A320neo, retirando filas para crear espacio de trabajo para los medios vaticanos e instalando discretos elementos litúrgicos. Un equipo previo de 60 personas de ITA y de la Prefectura de la Casa Pontificia del Vaticano pasó semanas coordinando exenciones de franjas horarias, permisos de sobrevuelo y un catering personalizado que cumple con los protocolos eclesiásticos y de seguridad.
Aunque los viajes papales tienen un carácter espiritual, también tienen un impacto comercial real. Estos vuelos de alto perfil ponen la marca ITA frente a emisoras globales y suelen impulsar negociaciones de rutas con países anfitriones interesados en aprovechar el turismo de peregrinación. En Turquía, las autoridades locales confirmaron conversaciones con ITA para reactivar una escala nocturna Roma-Estambul que podría alimentar el tráfico de conexión hacia el sureste de Italia. La autoridad de aviación civil de Líbano insinuó una flexibilidad temporal en los derechos de tráfico para acomodar el esperado aumento de peregrinos que viajarán desde los hubs italianos.
Para los gestores de viajes corporativos, las visitas papales pueden reducir la disponibilidad en cabinas premium y provocar restricciones ad hoc en las franjas horarias de salida y regreso en Roma-Fiumicino. Las empresas con movimientos sensibles al tiempo deberían monitorear los NOTAM y considerar aeropuertos secundarios cuando sea posible. El próximo viaje papal, a México en febrero de 2026, ya ha generado solicitudes preliminares para aumentar la capacidad de aviones de fuselaje ancho de ITA.
Más allá de la aviación, el Vaticano depende de los gobiernos anfitriones para cubrir la mayor parte de los gastos en tierra, convirtiendo efectivamente las peregrinaciones religiosas en visitas de Estado. Este modelo incentiva a las agencias de promoción turística a posicionar los viajes oficiales como un motor para ampliar la movilidad y los vínculos de inversión con Italia.









