
En una clara señal de que la disputa por la "cuota de visados" 2021-22 ha terminado, el cónsul general de Francia en Túnez, Dominique Mas, reveló que solo el 18,3 % de las 118,000 solicitudes de visado presentadas por tunecinos entre enero y octubre de 2025 fueron rechazadas, la mitad de la tasa de rechazo en el punto álgido del conflicto. Las denegaciones de visados de corta duración han caído al 13 % a pesar de un aumento del 6 % en la demanda.
París levantó las restricciones basadas en cuotas el año pasado tras el compromiso de Túnez de cooperar más en la devolución de migrantes irregulares. Desde entonces, el consulado ha priorizado los visados académicos, profesionales y de larga duración: la mitad de los permisos emitidos a tunecinos en 2025 ahora tienen una validez superior a 12 meses. Las aprobaciones para estudiantes aumentaron un 9 % hasta superar los 5,000, fortaleciendo la cantera de ingenieros francófonos, especialistas en TI y graduados en salud que buscan los empleadores franceses.
Para los responsables de movilidad, esta relajación se traduce en una disponibilidad más rápida de citas, menos solicitudes de documentos y un mayor talento para las rotaciones entre el Norte de África y la UE. Sin embargo, los datos de Capago muestran que este año se cancelaron 6,700 citas tunecinas porque los solicitantes subieron expedientes incompletos, recordando que la disciplina en el proceso sigue siendo clave.
Los diplomáticos sugieren que el experimento en Túnez podría servir de modelo para Argelia y Marruecos, donde las tasas de rechazo siguen por encima del 30 %. Los lobbies empresariales ya instan al Elíseo a combinar la reducción de rechazos con visados de entrada múltiple y mayor duración para apoyar los flujos de inversión.
Punto de acción: las empresas que recluten a nacionales tunecinos deberían revisar sus calendarios de movilidad —los plazos podrían reducirse varias semanas— pero seguir presupuestando para citas biométricas y posibles interrupciones en el servicio de France-Visas en diciembre.
París levantó las restricciones basadas en cuotas el año pasado tras el compromiso de Túnez de cooperar más en la devolución de migrantes irregulares. Desde entonces, el consulado ha priorizado los visados académicos, profesionales y de larga duración: la mitad de los permisos emitidos a tunecinos en 2025 ahora tienen una validez superior a 12 meses. Las aprobaciones para estudiantes aumentaron un 9 % hasta superar los 5,000, fortaleciendo la cantera de ingenieros francófonos, especialistas en TI y graduados en salud que buscan los empleadores franceses.
Para los responsables de movilidad, esta relajación se traduce en una disponibilidad más rápida de citas, menos solicitudes de documentos y un mayor talento para las rotaciones entre el Norte de África y la UE. Sin embargo, los datos de Capago muestran que este año se cancelaron 6,700 citas tunecinas porque los solicitantes subieron expedientes incompletos, recordando que la disciplina en el proceso sigue siendo clave.
Los diplomáticos sugieren que el experimento en Túnez podría servir de modelo para Argelia y Marruecos, donde las tasas de rechazo siguen por encima del 30 %. Los lobbies empresariales ya instan al Elíseo a combinar la reducción de rechazos con visados de entrada múltiple y mayor duración para apoyar los flujos de inversión.
Punto de acción: las empresas que recluten a nacionales tunecinos deberían revisar sus calendarios de movilidad —los plazos podrían reducirse varias semanas— pero seguir presupuestando para citas biométricas y posibles interrupciones en el servicio de France-Visas en diciembre.









