
Francia y Túnez parecen haber dejado atrás la tensa “crisis de visados” de 2021-2022. En una entrevista publicada el 27 de noviembre de 2025, Dominique Mas, cónsul general de Francia en Túnez, afirmó que su equipo rechazó solo el 18,3 % de las 118,000 solicitudes de visado presentadas por tunecinos entre enero y octubre, apenas la mitad de la tasa de rechazo registrada en el pico del conflicto. Las denegaciones para estancias cortas han caído aún más, hasta el 13 %, a pesar de un aumento del 6 % en la demanda total.
Detrás de estas cifras hay un reinicio político deliberado. París levantó las restricciones basadas en cuotas que impuso en 2021 para presionar a sus socios del norte de África en la cooperación sobre devoluciones forzosas, y desde entonces ha intentado reconstruir la confianza con líderes empresariales, universidades y organizaciones de la sociedad civil. Campus France ha reforzado la asesoría previa a la partida para ayudar a los solicitantes a presentar expedientes “impecables”, mientras que la embajada ha priorizado los visados de larga duración que fomentan la movilidad académica y profesional. Ahora, la mitad de los visados otorgados a tunecinos este año tienen una validez superior a un año, un cambio radical hacia derechos de viaje plurianuales.
La movilidad estudiantil es la gran beneficiada. Más de 5,000 visados de estudio fueron aprobados en los primeros diez meses de 2025, un aumento anual del 9 %, lo que eleva la población de estudiantes tunecinos matriculados en programas de educación superior en Francia a casi 16,000. Funcionarios del consulado señalan que esta tendencia se alinea con la estrategia francesa de atracción de talento y ayuda a reducir las brechas laborales en ingeniería, tecnología de la información y salud; para las multinacionales, también amplía la base de graduados bilingües que pueden rotar entre Túnez y destinos en la UE sin trámites migratorios prolongados.
En la práctica, empleadores y gestores de reubicación deben esperar citas más rápidas y menos solicitudes de documentos tipo “221-g” para asignados tunecinos. Sin embargo, persisten cuellos de botella: unas 6,700 citas fueron canceladas este año porque los solicitantes no completaron sus expedientes a tiempo. Por ello, se recomienda a los equipos de recursos humanos monitorear constantemente la herramienta de programación TLS/France-Visas y prever tiempo adicional para subir documentos de última hora.
En términos estratégicos, esta relajación de la política podría convertirse en un modelo para las relaciones de Francia con Argelia y Marruecos, donde las tasas de rechazo aún superan el 30 %. Si la experiencia en Túnez sigue generando cooperación en seguridad y flujos migratorios ordenados, los grupos empresariales esperan que París extienda medidas similares de facilitación a todo el Magreb en 2026.
Detrás de estas cifras hay un reinicio político deliberado. París levantó las restricciones basadas en cuotas que impuso en 2021 para presionar a sus socios del norte de África en la cooperación sobre devoluciones forzosas, y desde entonces ha intentado reconstruir la confianza con líderes empresariales, universidades y organizaciones de la sociedad civil. Campus France ha reforzado la asesoría previa a la partida para ayudar a los solicitantes a presentar expedientes “impecables”, mientras que la embajada ha priorizado los visados de larga duración que fomentan la movilidad académica y profesional. Ahora, la mitad de los visados otorgados a tunecinos este año tienen una validez superior a un año, un cambio radical hacia derechos de viaje plurianuales.
La movilidad estudiantil es la gran beneficiada. Más de 5,000 visados de estudio fueron aprobados en los primeros diez meses de 2025, un aumento anual del 9 %, lo que eleva la población de estudiantes tunecinos matriculados en programas de educación superior en Francia a casi 16,000. Funcionarios del consulado señalan que esta tendencia se alinea con la estrategia francesa de atracción de talento y ayuda a reducir las brechas laborales en ingeniería, tecnología de la información y salud; para las multinacionales, también amplía la base de graduados bilingües que pueden rotar entre Túnez y destinos en la UE sin trámites migratorios prolongados.
En la práctica, empleadores y gestores de reubicación deben esperar citas más rápidas y menos solicitudes de documentos tipo “221-g” para asignados tunecinos. Sin embargo, persisten cuellos de botella: unas 6,700 citas fueron canceladas este año porque los solicitantes no completaron sus expedientes a tiempo. Por ello, se recomienda a los equipos de recursos humanos monitorear constantemente la herramienta de programación TLS/France-Visas y prever tiempo adicional para subir documentos de última hora.
En términos estratégicos, esta relajación de la política podría convertirse en un modelo para las relaciones de Francia con Argelia y Marruecos, donde las tasas de rechazo aún superan el 30 %. Si la experiencia en Túnez sigue generando cooperación en seguridad y flujos migratorios ordenados, los grupos empresariales esperan que París extienda medidas similares de facilitación a todo el Magreb en 2026.









