
Una tormenta de nieve temprana cubrió el sur de Finlandia el 25 de noviembre, pero sus efectos operativos alcanzaron su punto máximo al día siguiente, cuando las aerolíneas en el aeropuerto de Helsinki-Vantaa se vieron obligadas a cancelar 27 vuelos y retrasar otros 281. Solo Finnair canceló servicios a Gotemburgo, Kittilä, Vilna y Nueva York, mientras que la salida nocturna hacia JFK partió con más de cinco horas de retraso. Estas cifras provienen del rastreador de operaciones en tiempo real de VisaHQ, que muestra que el aeropuerto capitalino operó con apenas un 60 % de puntualidad durante el pico de la interrupción.
Finavia, el operador estatal de los aeropuertos finlandeses, activó su centro de coordinación de Estado Operativo del Aeropuerto (AOS), duplicando los equipos de despeje de pistas y extendiendo los turnos de deshielo. Sin embargo, la escasez de personal —todavía evidente en el sector aéreo europeo tras los recortes postpandemia— provocó que las filas para el deshielo superaran los 40 minutos en los momentos de mayor demanda. Los viajeros de negocios reportaron conexiones perdidas en Frankfurt y Doha, evidenciando el efecto dominó en los itinerarios de larga distancia que dependen del modelo de transferencias ajustadas de Helsinki.
Los meteorólogos del Instituto Meteorológico de Finlandia atribuyen la nevada más intensa de lo habitual en noviembre a un patrón de “bloqueo de Groenlandia” que canaliza aire húmedo del Atlántico hacia el Báltico. Los científicos climáticos señalan que, aunque Finlandia es conocida por su resistencia invernal, el cambio climático está intensificando los eventos de nieve temprana, presionando los calendarios de mantenimiento antes de que las aerolíneas hayan reforzado completamente su personal para el invierno.
Para los gestores de viajes corporativos, este incidente es un recordatorio oportuno para incluir márgenes de seguridad por condiciones meteorológicas en los itinerarios nórdicos. Finnair afirmó haber reubicado a la mayoría de los pasajeros afectados en menos de 24 horas, pero advirtió que la capacidad hotelera alrededor del aeropuerto es limitada cuando los retrasos masivos coinciden con el pico del mercado navideño de Helsinki. Los viajeros con billetes flexibles o tarifas corporativas con privilegios de reubicación tuvieron una experiencia notablemente mejor que quienes viajaban con billetes de clase económica básica.
Las medidas inmediatas de Finavia incluyen la preubicación de equipos adicionales de deshielo en estaciones secundarias como Oulu y Rovaniemi para evitar acumulaciones de aviones llegando a Helsinki sin el tratamiento adecuado con glicol. El operador también abrió por primera vez su nueva Sala Tranquila de 40 plazas —diseñada para pasajeros varados— en servicio 24/7, una prueba real no planificada pero exitosa de la utilidad de esta instalación. A largo plazo, tanto Finavia como Finnair están revisando sus planes de personal y explorando la automatización de las bahías de deshielo para aumentar la capacidad antes del pico de viajes navideños.
Finavia, el operador estatal de los aeropuertos finlandeses, activó su centro de coordinación de Estado Operativo del Aeropuerto (AOS), duplicando los equipos de despeje de pistas y extendiendo los turnos de deshielo. Sin embargo, la escasez de personal —todavía evidente en el sector aéreo europeo tras los recortes postpandemia— provocó que las filas para el deshielo superaran los 40 minutos en los momentos de mayor demanda. Los viajeros de negocios reportaron conexiones perdidas en Frankfurt y Doha, evidenciando el efecto dominó en los itinerarios de larga distancia que dependen del modelo de transferencias ajustadas de Helsinki.
Los meteorólogos del Instituto Meteorológico de Finlandia atribuyen la nevada más intensa de lo habitual en noviembre a un patrón de “bloqueo de Groenlandia” que canaliza aire húmedo del Atlántico hacia el Báltico. Los científicos climáticos señalan que, aunque Finlandia es conocida por su resistencia invernal, el cambio climático está intensificando los eventos de nieve temprana, presionando los calendarios de mantenimiento antes de que las aerolíneas hayan reforzado completamente su personal para el invierno.
Para los gestores de viajes corporativos, este incidente es un recordatorio oportuno para incluir márgenes de seguridad por condiciones meteorológicas en los itinerarios nórdicos. Finnair afirmó haber reubicado a la mayoría de los pasajeros afectados en menos de 24 horas, pero advirtió que la capacidad hotelera alrededor del aeropuerto es limitada cuando los retrasos masivos coinciden con el pico del mercado navideño de Helsinki. Los viajeros con billetes flexibles o tarifas corporativas con privilegios de reubicación tuvieron una experiencia notablemente mejor que quienes viajaban con billetes de clase económica básica.
Las medidas inmediatas de Finavia incluyen la preubicación de equipos adicionales de deshielo en estaciones secundarias como Oulu y Rovaniemi para evitar acumulaciones de aviones llegando a Helsinki sin el tratamiento adecuado con glicol. El operador también abrió por primera vez su nueva Sala Tranquila de 40 plazas —diseñada para pasajeros varados— en servicio 24/7, una prueba real no planificada pero exitosa de la utilidad de esta instalación. A largo plazo, tanto Finavia como Finnair están revisando sus planes de personal y explorando la automatización de las bahías de deshielo para aumentar la capacidad antes del pico de viajes navideños.








