
Canadá ha confirmado una reducción en su cuota de permisos de estudio internacionales para 2026, endureciendo el límite que se introdujo por primera vez en 2024. Al mismo tiempo, la ministra de Inmigración, Lena Metlege Diab, extendió las exenciones para programas de maestría, doctorado y de alta intensidad investigativa, permitiendo que las instituciones sigan reclutando estudiantes graduados altamente calificados.
Esta doble medida busca equilibrar la fuerte dependencia de Canadá en los ingresos por matrículas con la creciente presión sobre la vivienda, la atención médica y los servicios de integración en las principales ciudades. Los programas de pregrado y de colegios, especialmente en colegios privados de formación profesional, sentirán la presión, ya que las escuelas deberán competir por una porción más pequeña del total de permisos disponibles.
Las universidades han recibido con agrado la exención, argumentando que los estudiantes de posgrado impulsan la producción de investigación y alimentan los centros de innovación de Canadá. Sin embargo, los colegios que dependen del volumen podrían enfrentar despidos o cierres de programas. Los gobiernos provinciales tienen ahora tres meses para presentar planes de asignación revisados al IRCC, considerando la demanda del mercado laboral y la capacidad regional.
Para los equipos de movilidad corporativa, el impacto más inmediato será en los permisos de trabajo abiertos para cónyuges y en las prácticas profesionales vinculadas a estudiantes internacionales. Menos permisos de pregrado significan menos dependientes acompañantes ingresando al mercado laboral. Los empleadores que dependen de estudiantes trabajadores a tiempo parcial en hostelería y comercio minorista deben prepararse para una oferta laboral más ajustada en 2026.
Los futuros estudiantes internacionales deben actuar rápido: las solicitudes presentadas antes de que entre en vigor la nueva cuota serán evaluadas bajo las reglas actuales. Los aspirantes a posgrado, por su parte, mantienen una vía relativamente clara, aunque se espera que la competencia por becas se intensifique.
Esta doble medida busca equilibrar la fuerte dependencia de Canadá en los ingresos por matrículas con la creciente presión sobre la vivienda, la atención médica y los servicios de integración en las principales ciudades. Los programas de pregrado y de colegios, especialmente en colegios privados de formación profesional, sentirán la presión, ya que las escuelas deberán competir por una porción más pequeña del total de permisos disponibles.
Las universidades han recibido con agrado la exención, argumentando que los estudiantes de posgrado impulsan la producción de investigación y alimentan los centros de innovación de Canadá. Sin embargo, los colegios que dependen del volumen podrían enfrentar despidos o cierres de programas. Los gobiernos provinciales tienen ahora tres meses para presentar planes de asignación revisados al IRCC, considerando la demanda del mercado laboral y la capacidad regional.
Para los equipos de movilidad corporativa, el impacto más inmediato será en los permisos de trabajo abiertos para cónyuges y en las prácticas profesionales vinculadas a estudiantes internacionales. Menos permisos de pregrado significan menos dependientes acompañantes ingresando al mercado laboral. Los empleadores que dependen de estudiantes trabajadores a tiempo parcial en hostelería y comercio minorista deben prepararse para una oferta laboral más ajustada en 2026.
Los futuros estudiantes internacionales deben actuar rápido: las solicitudes presentadas antes de que entre en vigor la nueva cuota serán evaluadas bajo las reglas actuales. Los aspirantes a posgrado, por su parte, mantienen una vía relativamente clara, aunque se espera que la competencia por becas se intensifique.








