
Buenas noticias para los viajeros: la autoridad de transporte público de Bruselas, STIB-MIVB, anunció a última hora del 26 de noviembre que espera que todas las líneas de metro, tranvía y autobús funcionen con normalidad desde la mañana del 27 de noviembre. Durante el pico de la huelga, solo operaban dos líneas de metro y varias rutas de tranvía estaban acortadas.
El regreso a los horarios habituales aliviará los cuellos de botella en los traslados al aeropuerto y permitirá que los trabajadores internacionales lleguen a las oficinas municipales y distritos de negocios sin depender de taxis. Sin embargo, STIB advierte que la afluencia de pasajeros podría superar lo normal, ya que muchos viajeros pospusieron sus desplazamientos; se esperan tiempos de espera más largos en intercambios clave como Gare du Midi y Arts-Loi.
Los empleadores deben recordar al personal que el uso de mascarillas sigue siendo obligatorio en el transporte público hasta el 31 de diciembre, según las normas residuales de COVID-19 en Bélgica. Quienes tengan abonos pueden solicitar una compensación por los tres días de servicio perdidos a través de la sección “garantía por huelga” en la página web de STIB.
Por otro lado, el Aeropuerto de Bruselas prevé 68,000 pasajeros el 27 de noviembre, un 13 % más que un jueves habitual, mientras las aerolíneas gestionan el retraso acumulado. El aeropuerto recomienda llegar con dos horas de antelación para vuelos dentro del espacio Schengen y tres horas para vuelos de larga distancia.
La rápida restauración del transporte urbano contrasta con los ajustes aún vigentes en ferrocarriles y Eurostar, lo que subraya la naturaleza fragmentada de la recuperación post-huelga en Bélgica y la necesidad de una planificación de contingencia multimodal.
El regreso a los horarios habituales aliviará los cuellos de botella en los traslados al aeropuerto y permitirá que los trabajadores internacionales lleguen a las oficinas municipales y distritos de negocios sin depender de taxis. Sin embargo, STIB advierte que la afluencia de pasajeros podría superar lo normal, ya que muchos viajeros pospusieron sus desplazamientos; se esperan tiempos de espera más largos en intercambios clave como Gare du Midi y Arts-Loi.
Los empleadores deben recordar al personal que el uso de mascarillas sigue siendo obligatorio en el transporte público hasta el 31 de diciembre, según las normas residuales de COVID-19 en Bélgica. Quienes tengan abonos pueden solicitar una compensación por los tres días de servicio perdidos a través de la sección “garantía por huelga” en la página web de STIB.
Por otro lado, el Aeropuerto de Bruselas prevé 68,000 pasajeros el 27 de noviembre, un 13 % más que un jueves habitual, mientras las aerolíneas gestionan el retraso acumulado. El aeropuerto recomienda llegar con dos horas de antelación para vuelos dentro del espacio Schengen y tres horas para vuelos de larga distancia.
La rápida restauración del transporte urbano contrasta con los ajustes aún vigentes en ferrocarriles y Eurostar, lo que subraya la naturaleza fragmentada de la recuperación post-huelga en Bélgica y la necesidad de una planificación de contingencia multimodal.





