
Los Emiratos Árabes Unidos han dejado de emitir silenciosamente nuevas visas de entrada a la mayoría de los ciudadanos paquistaníes, según un testimonio presentado el 27 de noviembre ante el Comité de Derechos Humanos del Senado de Pakistán. Un alto funcionario del Ministerio del Interior en Islamabad informó a los legisladores que las autoridades emiratíes consideraron prohibir por completo el pasaporte paquistaní, pero finalmente optaron por una congelación casi total de las nuevas solicitudes, citando casos de visitantes "involucrados en actividades criminales".
Los paquistaníes constituyen una de las comunidades expatriadas más grandes en los EAU, con aproximadamente 1,7 millones de personas que envían remesas estimadas en 5 mil millones de dólares anuales. Por lo tanto, la suspensión repentina en la emisión de visas tiene implicaciones tanto económicas como humanitarias: los empleadores no pueden contratar nuevos trabajadores, las pequeñas empresas que dependen de mano de obra paquistaní enfrentan escasez y las familias quedan divididas entre ambos países. Agentes de reclutamiento en Karachi y Lahore reportan que los contratos de trabajo para Dubái se están posponiendo o cancelando, y las agencias de viajes advierten a sus clientes que retrasen los viajes de ocio hasta nuevo aviso.
Las autoridades de los EAU insisten en que la medida es temporal y señalan la apertura de un nuevo centro de procesamiento de visas en Islamabad que está gestionando “alrededor de 500 solicitudes diarias” bajo protocolos más estrictos de verificación de antecedentes. El embajador de Pakistán en Abu Dabi está presionando para obtener un cronograma que permita restaurar el procesamiento normal, pero los diplomáticos indican que los EAU exigirán primero mejoras verificables en los sistemas paquistaníes de verificación de identidad y antecedentes penales.
Para las empresas multinacionales que gestionan asignaciones en el Golfo, la suspensión implica planificar contingencias: 1) revisar las fechas de inicio próximas para los asignados paquistaníes, 2) explorar fuentes laborales alternativas o opciones de visitantes de negocios a corto plazo, y 3) informar a los empleados afectados sobre los riesgos de salida y reingreso si sus trámites de residencia aún están pendientes. Los responsables de movilidad deben también monitorear posibles efectos colaterales en las visas dependientes y en la renovación de permisos para paquistaníes ya residentes en los Emiratos.
A corto plazo, se recomienda a los viajeros paquistaníes aún elegibles para entrar a los EAU —como diplomáticos, ciertos profesionales y quienes transitan hacia terceros países— que soliciten la visa con suficiente antelación y mantengan evidencia adicional del propósito del viaje. Los equipos de movilidad corporativa deben estar atentos a actualizaciones formales de políticas por parte de la Autoridad Federal de Identidad, Ciudadanía, Aduanas y Seguridad Portuaria (ICP) de los EAU y del Ministerio de Paquistaníes en el Extranjero.
Los paquistaníes constituyen una de las comunidades expatriadas más grandes en los EAU, con aproximadamente 1,7 millones de personas que envían remesas estimadas en 5 mil millones de dólares anuales. Por lo tanto, la suspensión repentina en la emisión de visas tiene implicaciones tanto económicas como humanitarias: los empleadores no pueden contratar nuevos trabajadores, las pequeñas empresas que dependen de mano de obra paquistaní enfrentan escasez y las familias quedan divididas entre ambos países. Agentes de reclutamiento en Karachi y Lahore reportan que los contratos de trabajo para Dubái se están posponiendo o cancelando, y las agencias de viajes advierten a sus clientes que retrasen los viajes de ocio hasta nuevo aviso.
Las autoridades de los EAU insisten en que la medida es temporal y señalan la apertura de un nuevo centro de procesamiento de visas en Islamabad que está gestionando “alrededor de 500 solicitudes diarias” bajo protocolos más estrictos de verificación de antecedentes. El embajador de Pakistán en Abu Dabi está presionando para obtener un cronograma que permita restaurar el procesamiento normal, pero los diplomáticos indican que los EAU exigirán primero mejoras verificables en los sistemas paquistaníes de verificación de identidad y antecedentes penales.
Para las empresas multinacionales que gestionan asignaciones en el Golfo, la suspensión implica planificar contingencias: 1) revisar las fechas de inicio próximas para los asignados paquistaníes, 2) explorar fuentes laborales alternativas o opciones de visitantes de negocios a corto plazo, y 3) informar a los empleados afectados sobre los riesgos de salida y reingreso si sus trámites de residencia aún están pendientes. Los responsables de movilidad deben también monitorear posibles efectos colaterales en las visas dependientes y en la renovación de permisos para paquistaníes ya residentes en los Emiratos.
A corto plazo, se recomienda a los viajeros paquistaníes aún elegibles para entrar a los EAU —como diplomáticos, ciertos profesionales y quienes transitan hacia terceros países— que soliciten la visa con suficiente antelación y mantengan evidencia adicional del propósito del viaje. Los equipos de movilidad corporativa deben estar atentos a actualizaciones formales de políticas por parte de la Autoridad Federal de Identidad, Ciudadanía, Aduanas y Seguridad Portuaria (ICP) de los EAU y del Ministerio de Paquistaníes en el Extranjero.










