
Una fuga en un oleoducto que dejó sin combustible para aviones al Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma está causando estragos en una de las semanas de mayor tráfico aéreo en Estados Unidos. Delta Air Lines advirtió que la mayoría de los vuelos de larga distancia desde Seattle hasta el 28 de noviembre podrían sufrir retrasos, desvíos o cancelaciones. Los pasajeros pueden cambiar su reserva sin diferencia de tarifa si viajan antes del 17 de diciembre, aunque las tarifas por cambio seguirán exentas después de esa fecha.
El gobernador de Washington, Bob Ferguson, declaró el estado de emergencia para acelerar las entregas de combustible por carretera, mientras que BP, operador del oleoducto, informó que sus equipos han excavado 60 metros de tubería para localizar la fuga. Alaska Airlines, que también tiene base en Sea-Tac, espera una interrupción mínima, pero recomendó a los viajeros estar atentos a las alertas de estado de vuelo.
Con AAA proyectando 6 millones de viajeros aéreos en EE. UU. durante estas fiestas, el incidente pone en evidencia la vulnerabilidad de las cadenas de suministro de combustible. Los equipos de movilidad corporativa con proyectos transpacíficos deben verificar si empleados o asignados transitan por Seattle y, de ser necesario, redirigir vuelos vía Los Ángeles, San Francisco o Vancouver.
Las aseguradoras de viajes reportan un aumento en reclamaciones por conexiones perdidas. Las empresas con seguros corporativos de viaje deben confirmar si la “escasez de combustible” está cubierta y difundir instrucciones para reclamar gastos adicionales de alojamiento y alimentación. Mientras tanto, las autoridades de Sea-Tac indican que el servicio completo de combustible podría tardar varios días más en restablecerse, a la espera de la inspección federal de la tubería reparada.
El gobernador de Washington, Bob Ferguson, declaró el estado de emergencia para acelerar las entregas de combustible por carretera, mientras que BP, operador del oleoducto, informó que sus equipos han excavado 60 metros de tubería para localizar la fuga. Alaska Airlines, que también tiene base en Sea-Tac, espera una interrupción mínima, pero recomendó a los viajeros estar atentos a las alertas de estado de vuelo.
Con AAA proyectando 6 millones de viajeros aéreos en EE. UU. durante estas fiestas, el incidente pone en evidencia la vulnerabilidad de las cadenas de suministro de combustible. Los equipos de movilidad corporativa con proyectos transpacíficos deben verificar si empleados o asignados transitan por Seattle y, de ser necesario, redirigir vuelos vía Los Ángeles, San Francisco o Vancouver.
Las aseguradoras de viajes reportan un aumento en reclamaciones por conexiones perdidas. Las empresas con seguros corporativos de viaje deben confirmar si la “escasez de combustible” está cubierta y difundir instrucciones para reclamar gastos adicionales de alojamiento y alimentación. Mientras tanto, las autoridades de Sea-Tac indican que el servicio completo de combustible podría tardar varios días más en restablecerse, a la espera de la inspección federal de la tubería reparada.





