
Una nueva investigación de la firma de encuestas Demoskopika proyecta que 14,4 millones de visitantes internacionales pasarán sus vacaciones en Italia este invierno, un 21,1 % más que en la temporada 2024-25. Publicado el 26 de noviembre, el estudio anticipa 52 millones de pernoctaciones de turistas extranjeros y un gasto turístico directo total de 14.800 millones de euros, un aumento interanual del 9,1 %.
La recuperación está impulsada por mercados de larga distancia como Estados Unidos y Corea del Sur, así como por una fuerte demanda intracomunitaria para las estaciones de esquí en los Dolomitas y los fines de semana de compras en Milán. Demoskopika atribuye parte del aumento a la continua debilidad del euro frente al dólar, que hace que Italia sea relativamente más asequible, y al lanzamiento anticipado de visados digitales Schengen que facilitan la entrada a viajeros recurrentes.
Para los gestores de movilidad, estas cifras anuncian vuelos y hoteles saturados entre diciembre y marzo. Los responsables de reservas corporativas deberían asegurar alojamiento cerca de los clústeres industriales —Turín, Bolonia, Brescia— con suficiente antelación para evitar recargos por turismo. Las aerolíneas ya han aumentado su capacidad: ITA Airways operará vuelos dobles diarios entre Nueva York y Roma desde mediados de diciembre, mientras que las aerolíneas de bajo coste incrementan la frecuencia de vuelos entre ciudades para el tráfico de fin de semana.
El aumento también tiene implicaciones en materia de cumplimiento. Más viajeros de negocios a corto plazo superarán el límite de 90 días en el espacio Schengen, por lo que Recursos Humanos debe controlar las estancias acumuladas y, cuando sea necesario, cambiar a los viajeros a permisos intraempresariales (ICT) o al nuevo visado digital para nómadas italianos.
Las autoridades regionales apuestan por esta afluencia: Lombardía y Véneto han destinado 42 millones de euros para subvenciones al ‘tren de la nieve’, y el aeropuerto de Fiumicino en Roma está probando nuevas puertas electrónicas para gestionar los picos de llegadas. Si se cumplen las previsiones, Italia podría cerrar 2025 con un récord de 62 millones de llegadas de extranjeros, acercándose, aunque sin superar, el máximo prepandemia de 65 millones en 2019.
La recuperación está impulsada por mercados de larga distancia como Estados Unidos y Corea del Sur, así como por una fuerte demanda intracomunitaria para las estaciones de esquí en los Dolomitas y los fines de semana de compras en Milán. Demoskopika atribuye parte del aumento a la continua debilidad del euro frente al dólar, que hace que Italia sea relativamente más asequible, y al lanzamiento anticipado de visados digitales Schengen que facilitan la entrada a viajeros recurrentes.
Para los gestores de movilidad, estas cifras anuncian vuelos y hoteles saturados entre diciembre y marzo. Los responsables de reservas corporativas deberían asegurar alojamiento cerca de los clústeres industriales —Turín, Bolonia, Brescia— con suficiente antelación para evitar recargos por turismo. Las aerolíneas ya han aumentado su capacidad: ITA Airways operará vuelos dobles diarios entre Nueva York y Roma desde mediados de diciembre, mientras que las aerolíneas de bajo coste incrementan la frecuencia de vuelos entre ciudades para el tráfico de fin de semana.
El aumento también tiene implicaciones en materia de cumplimiento. Más viajeros de negocios a corto plazo superarán el límite de 90 días en el espacio Schengen, por lo que Recursos Humanos debe controlar las estancias acumuladas y, cuando sea necesario, cambiar a los viajeros a permisos intraempresariales (ICT) o al nuevo visado digital para nómadas italianos.
Las autoridades regionales apuestan por esta afluencia: Lombardía y Véneto han destinado 42 millones de euros para subvenciones al ‘tren de la nieve’, y el aeropuerto de Fiumicino en Roma está probando nuevas puertas electrónicas para gestionar los picos de llegadas. Si se cumplen las previsiones, Italia podría cerrar 2025 con un récord de 62 millones de llegadas de extranjeros, acercándose, aunque sin superar, el máximo prepandemia de 65 millones en 2019.







