
Italia enfrenta una nueva ola de interrupciones en el transporte, ya que los sindicatos de base CUB, USB, COBAS y UNICOBAS han convocado una huelga general de 24 horas para el viernes 28 de noviembre de 2025, coincidiendo con el Black Friday, uno de los días de mayor actividad comercial y de viajes del año. La paralización afecta tanto a trabajadores del sector público como privado, pero su impacto más inmediato se sentirá entre los viajeros de negocios y turistas que dependen de conexiones ferroviarias y aéreas.
En Toscana, Toscana Aeroporti ha advertido sobre posibles cancelaciones en los aeropuertos de Florencia-Peretola y Pisa-Galileo Galilei. Aunque la autoridad de aviación civil italiana ENAC establece franjas horarias “protegidas” para vuelos (07:00-10:00 y 18:00-19:00), la falta de personal en tierra suele provocar retrasos durante todo el día. Los trenes de larga distancia y regionales operados por Trenitalia, Italo y Trenord solo circularán durante los horarios legalmente garantizados—06:00-09:00 y 18:00-21:00—dejando amplios periodos sin servicio. Trenord ya ha programado autobuses de emergencia entre Milán Cadorna y el Aeropuerto de Malpensa en caso de que se suspendan los trenes de enlace con el aeropuerto.
Los sindicatos explican que protestan contra el proyecto de Presupuesto 2026 del gobierno y expresan solidaridad con Palestina. El vicepresidente del Consejo y ministro de Transporte, Matteo Salvini, quien recientemente limitó una huelga ferroviaria anterior a cuatro horas, no ha emitido (hasta ahora) ninguna orden para acortar la huelga del viernes, lo que genera temor de que la paralización de 24 horas se lleve a cabo en su totalidad.
Para los gestores de movilidad, el momento es complicado: el Black Friday marca el inicio de la temporada de ventas de invierno en Italia y coincide con una gran afluencia de visitantes extranjeros. Las empresas con empleados desplazados o reuniones con clientes este fin de semana deberían adelantar los vuelos a la noche del jueves o a las franjas protegidas del viernes, redirigir rutas a través de hubs como Zúrich o Viena, y confirmar la flexibilidad en las reservas hoteleras. Los viajeros que dependan del tren entre Milán, Bolonia, Florencia y Roma deberían prever al menos medio día adicional en sus itinerarios.
Si la huelga se mantiene con toda su fuerza, será la segunda paralización nacional en pocas semanas, reflejando un clima laboral tenso que podría derivar en nuevas acciones antes de las vacaciones de fin de año. Por ello, los equipos de movilidad global deben seguir de cerca los calendarios sindicales y reservar presupuestos de contingencia para taxis, noches de hotel y cambios de billetes.
En Toscana, Toscana Aeroporti ha advertido sobre posibles cancelaciones en los aeropuertos de Florencia-Peretola y Pisa-Galileo Galilei. Aunque la autoridad de aviación civil italiana ENAC establece franjas horarias “protegidas” para vuelos (07:00-10:00 y 18:00-19:00), la falta de personal en tierra suele provocar retrasos durante todo el día. Los trenes de larga distancia y regionales operados por Trenitalia, Italo y Trenord solo circularán durante los horarios legalmente garantizados—06:00-09:00 y 18:00-21:00—dejando amplios periodos sin servicio. Trenord ya ha programado autobuses de emergencia entre Milán Cadorna y el Aeropuerto de Malpensa en caso de que se suspendan los trenes de enlace con el aeropuerto.
Los sindicatos explican que protestan contra el proyecto de Presupuesto 2026 del gobierno y expresan solidaridad con Palestina. El vicepresidente del Consejo y ministro de Transporte, Matteo Salvini, quien recientemente limitó una huelga ferroviaria anterior a cuatro horas, no ha emitido (hasta ahora) ninguna orden para acortar la huelga del viernes, lo que genera temor de que la paralización de 24 horas se lleve a cabo en su totalidad.
Para los gestores de movilidad, el momento es complicado: el Black Friday marca el inicio de la temporada de ventas de invierno en Italia y coincide con una gran afluencia de visitantes extranjeros. Las empresas con empleados desplazados o reuniones con clientes este fin de semana deberían adelantar los vuelos a la noche del jueves o a las franjas protegidas del viernes, redirigir rutas a través de hubs como Zúrich o Viena, y confirmar la flexibilidad en las reservas hoteleras. Los viajeros que dependan del tren entre Milán, Bolonia, Florencia y Roma deberían prever al menos medio día adicional en sus itinerarios.
Si la huelga se mantiene con toda su fuerza, será la segunda paralización nacional en pocas semanas, reflejando un clima laboral tenso que podría derivar en nuevas acciones antes de las vacaciones de fin de año. Por ello, los equipos de movilidad global deben seguir de cerca los calendarios sindicales y reservar presupuestos de contingencia para taxis, noches de hotel y cambios de billetes.











