
En una reunión del 26 de noviembre del Propeller Club del Puerto de Livorno, ejecutivos marítimos y autoridades policiales debatieron el impacto del nuevo Sistema Biométrico de Entrada/Salida (EES) de la UE en los puertos italianos. Este registro digital, activo en aeropuertos desde octubre, será obligatorio en todas las fronteras marítimas externas para abril de 2026, sustituyendo los sellos de pasaporte por escaneos faciales y de huellas dactilares.
El prefecto Giancarlo Dionisi explicó a los asistentes que el sistema es fundamental para controlar a quienes exceden su estancia legal, entrando de forma lícita pero permaneciendo más allá de los 90/180 días permitidos en el espacio Schengen. La jefa de policía Agnese Di Napoli señaló que, aunque Livorno actualmente recibe poco tráfico directo fuera de Schengen, el puerto debe prepararse para pasajeros de ferris y cruceros cuando se amplíe la cobertura.
Los operadores de terminales expresaron su preocupación porque el escaneo simultáneo de cientos de pasajeros en vehículos procedentes de ferris del Norte de África podría aumentar los tiempos de procesamiento de 30 segundos por vehículo hasta tres minutos. El grupo sectorial Assiterminal instó al gobierno a financiar quioscos móviles y a buscar exenciones para los “cruceros circulares” que solo hacen escala en puertos de la UE.
El asesor legal Luca Brandimarte destacó oportunidades: la implementación gradual permite corredores piloto, y un periodo paralelo de cinco años con sellado manual da margen de maniobra a los puertos. Sin embargo, sin inversión, el EES podría convertirse en una barrera comercial para el sector ro-ro italiano, que mueve 13.000 millones de euros.
Los gestores de movilidad global deben prever tiempos de desembarque más largos para empleados no comunitarios que lleguen en ferry desde Túnez, Albania o Grecia una vez que el sistema esté operativo. Las empresas podrían tener que programar salidas anticipadas o cambiar a rutas aéreas hasta que los puertos optimicen sus procesos.
El prefecto Giancarlo Dionisi explicó a los asistentes que el sistema es fundamental para controlar a quienes exceden su estancia legal, entrando de forma lícita pero permaneciendo más allá de los 90/180 días permitidos en el espacio Schengen. La jefa de policía Agnese Di Napoli señaló que, aunque Livorno actualmente recibe poco tráfico directo fuera de Schengen, el puerto debe prepararse para pasajeros de ferris y cruceros cuando se amplíe la cobertura.
Los operadores de terminales expresaron su preocupación porque el escaneo simultáneo de cientos de pasajeros en vehículos procedentes de ferris del Norte de África podría aumentar los tiempos de procesamiento de 30 segundos por vehículo hasta tres minutos. El grupo sectorial Assiterminal instó al gobierno a financiar quioscos móviles y a buscar exenciones para los “cruceros circulares” que solo hacen escala en puertos de la UE.
El asesor legal Luca Brandimarte destacó oportunidades: la implementación gradual permite corredores piloto, y un periodo paralelo de cinco años con sellado manual da margen de maniobra a los puertos. Sin embargo, sin inversión, el EES podría convertirse en una barrera comercial para el sector ro-ro italiano, que mueve 13.000 millones de euros.
Los gestores de movilidad global deben prever tiempos de desembarque más largos para empleados no comunitarios que lleguen en ferry desde Túnez, Albania o Grecia una vez que el sistema esté operativo. Las empresas podrían tener que programar salidas anticipadas o cambiar a rutas aéreas hasta que los puertos optimicen sus procesos.











