
El gobierno francés ha actuado rápidamente para confirmar que su emblemático ‘bono ecológico’ no solo se mantendrá en 2026, sino que aumentará considerablemente, pasando del techo actual de 4.200 € hasta 5.700 € por vehículo. El ministro de Economía, Roland Lescure, anunció este incremento en France Inter el 26 de noviembre. Según explicó, la medida busca “impulsar la electrificación de la flota nacional” y proteger a los hogares de menores ingresos frente a los costes iniciales de compra.
Contexto. Desde julio de 2025, Francia ha ido alejándose de un incentivo para vehículos eléctricos financiado exclusivamente por el Estado, cuando el esquema fue reformado y vinculado al mercado de certificados de ahorro energético (CEE). Según las reglas actuales, el bono varía según los ingresos del hogar (4.200 € para compradores con ingresos modestos o medios; 3.100 € para otros) y puede complementarse con una prima de 1.000 € por ‘batería europea’ si el vehículo y su batería se ensamblan en Europa. El aumento a 5.700 € en 2026 asegura la continuidad de esta prima y ofrece un margen adicional para trabajadores con salarios más bajos.
Implicaciones prácticas para los equipos de movilidad global. • Los nuevos límites más altos harán que las políticas de coche de empresa que favorecen modelos eléctricos sean más atractivas financieramente, especialmente para empleados desplazados que reciben un paquete local en Francia. • Dado que el bono está ligado a la primera matriculación del vehículo, muchas empresas han comenzado a registrar los vehículos de la flota directamente a nombre del empleado desplazado y luego los alquilan a la empresa, para que sea el trabajador quien reciba la ayuda, no la compañía. Esta práctica probablemente se extenderá. • Recursos Humanos debe tener en cuenta que el mecanismo de pago sigue siendo indirecto: los proveedores de energía financian el bono y recuperan el coste mediante sus obligaciones CEE, por lo que los concesionarios seguirán exigiendo prueba de elegibilidad en el momento de la venta.
Contexto estratégico. París corre contra reloj para alcanzar su objetivo de 13 millones de coches eléctricos en las carreteras francesas para 2030, una meta que requiere triplicar las ventas anuales de vehículos eléctricos en cinco años. El aumento del bono se alinea con las ambiciones europeas de ampliar la producción de baterías y reducir la dependencia de China en la cadena de suministro.
¿Qué sigue? El Ministerio de Finanzas publicará los detalles en enero. Los expertos del sector esperan que los umbrales de ingresos se ajusten ligeramente para mantener el presupuesto total cerca de 1.000 millones de euros. Los responsables de movilidad deben vigilar el decreto por si hay cambios en la elegibilidad basados en el peso o el precio de catálogo del vehículo, lo que podría afectar a modelos corporativos más grandes como furgonetas y SUV.
Contexto. Desde julio de 2025, Francia ha ido alejándose de un incentivo para vehículos eléctricos financiado exclusivamente por el Estado, cuando el esquema fue reformado y vinculado al mercado de certificados de ahorro energético (CEE). Según las reglas actuales, el bono varía según los ingresos del hogar (4.200 € para compradores con ingresos modestos o medios; 3.100 € para otros) y puede complementarse con una prima de 1.000 € por ‘batería europea’ si el vehículo y su batería se ensamblan en Europa. El aumento a 5.700 € en 2026 asegura la continuidad de esta prima y ofrece un margen adicional para trabajadores con salarios más bajos.
Implicaciones prácticas para los equipos de movilidad global. • Los nuevos límites más altos harán que las políticas de coche de empresa que favorecen modelos eléctricos sean más atractivas financieramente, especialmente para empleados desplazados que reciben un paquete local en Francia. • Dado que el bono está ligado a la primera matriculación del vehículo, muchas empresas han comenzado a registrar los vehículos de la flota directamente a nombre del empleado desplazado y luego los alquilan a la empresa, para que sea el trabajador quien reciba la ayuda, no la compañía. Esta práctica probablemente se extenderá. • Recursos Humanos debe tener en cuenta que el mecanismo de pago sigue siendo indirecto: los proveedores de energía financian el bono y recuperan el coste mediante sus obligaciones CEE, por lo que los concesionarios seguirán exigiendo prueba de elegibilidad en el momento de la venta.
Contexto estratégico. París corre contra reloj para alcanzar su objetivo de 13 millones de coches eléctricos en las carreteras francesas para 2030, una meta que requiere triplicar las ventas anuales de vehículos eléctricos en cinco años. El aumento del bono se alinea con las ambiciones europeas de ampliar la producción de baterías y reducir la dependencia de China en la cadena de suministro.
¿Qué sigue? El Ministerio de Finanzas publicará los detalles en enero. Los expertos del sector esperan que los umbrales de ingresos se ajusten ligeramente para mantener el presupuesto total cerca de 1.000 millones de euros. Los responsables de movilidad deben vigilar el decreto por si hay cambios en la elegibilidad basados en el peso o el precio de catálogo del vehículo, lo que podría afectar a modelos corporativos más grandes como furgonetas y SUV.










