
El Servicio de Inmigración de Finlandia (Migri) ha informado que entre enero y octubre recibió solo 9,593 solicitudes iniciales de permisos de residencia por trabajo, un 29 % menos que en el mismo período del año pasado. Si esta tendencia se mantiene, Migri espera alrededor de 11,000 solicitudes para todo el año, frente a más de 15,500 en 2024.
Las autoridades atribuyen esta caída al débil crecimiento del PIB finlandés, el aumento del desempleo y un panorama global incierto que ha enfriado los planes de contratación empresarial. El sector de la construcción ha sido el más afectado, con solicitudes de albañiles y soldadores que se han reducido casi a la mitad. Los puestos en TIC —antes un imán para talento indio y nigeriano en Finlandia— también han bajado un 18 % debido a que las startups retrasan sus planes de expansión. Las solicitudes de estudiantes internacionales disminuyeron un 5 % tras la introducción de una tasa de gestión de 100 € y la eliminación de los topes de matrícula para estudiantes fuera de la UE.
Irónicamente, menos solicitudes han acortado las colas: el tiempo promedio de procesamiento para permisos especializados ha bajado de 37 a 28 días, y las tarjetas azules de la UE se emiten ahora rutinariamente en menos de tres semanas. Migri anuncia que este invierno reasignará a los evaluadores para despejar el retraso en casos de reunificación familiar, una buena noticia para los empleadores que esperan los permisos laborales para los cónyuges.
Para los equipos de recursos humanos, estas cifras indican un acceso más limitado a talento extranjero en 2026. Las empresas podrían necesitar acelerar la contratación local o mejorar los paquetes de reubicación para mantenerse competitivas. Las startups que dependen de la nueva vía del ‘Permiso Startup’ deben prepararse para un escrutinio más riguroso de sus planes de financiación y negocio, ya que Migri redirige recursos hacia sectores con impacto económico comprobado. Por su parte, las universidades presionan para que se eximan las tasas vinculadas a contratos laborales, con el fin de evitar que los estudiantes de máster opten por Suecia o Alemania.
En términos de política, estos datos refuerzan el argumento de la coalición gobernante de que reglas más estrictas sobre ciudadanía y beneficios no disuadirán las “habilidades necesarias”, pero sí frenarán lo que llaman “inmigración impulsada por el bienestar”. Los partidos de oposición rechazan esta narrativa y advierten que Finlandia corre el riesgo de perder su ventaja justo cuando la caída demográfica se acelera.
Las autoridades atribuyen esta caída al débil crecimiento del PIB finlandés, el aumento del desempleo y un panorama global incierto que ha enfriado los planes de contratación empresarial. El sector de la construcción ha sido el más afectado, con solicitudes de albañiles y soldadores que se han reducido casi a la mitad. Los puestos en TIC —antes un imán para talento indio y nigeriano en Finlandia— también han bajado un 18 % debido a que las startups retrasan sus planes de expansión. Las solicitudes de estudiantes internacionales disminuyeron un 5 % tras la introducción de una tasa de gestión de 100 € y la eliminación de los topes de matrícula para estudiantes fuera de la UE.
Irónicamente, menos solicitudes han acortado las colas: el tiempo promedio de procesamiento para permisos especializados ha bajado de 37 a 28 días, y las tarjetas azules de la UE se emiten ahora rutinariamente en menos de tres semanas. Migri anuncia que este invierno reasignará a los evaluadores para despejar el retraso en casos de reunificación familiar, una buena noticia para los empleadores que esperan los permisos laborales para los cónyuges.
Para los equipos de recursos humanos, estas cifras indican un acceso más limitado a talento extranjero en 2026. Las empresas podrían necesitar acelerar la contratación local o mejorar los paquetes de reubicación para mantenerse competitivas. Las startups que dependen de la nueva vía del ‘Permiso Startup’ deben prepararse para un escrutinio más riguroso de sus planes de financiación y negocio, ya que Migri redirige recursos hacia sectores con impacto económico comprobado. Por su parte, las universidades presionan para que se eximan las tasas vinculadas a contratos laborales, con el fin de evitar que los estudiantes de máster opten por Suecia o Alemania.
En términos de política, estos datos refuerzan el argumento de la coalición gobernante de que reglas más estrictas sobre ciudadanía y beneficios no disuadirán las “habilidades necesarias”, pero sí frenarán lo que llaman “inmigración impulsada por el bienestar”. Los partidos de oposición rechazan esta narrativa y advierten que Finlandia corre el riesgo de perder su ventaja justo cuando la caída demográfica se acelera.








