
El diario económico finlandés Kauppalehti informa que casi la mitad de las empresas que operan en Finlandia ya emplean a trabajadores extranjeros, según una nueva encuesta realizada por la empresa de reclutamiento Barona. La encuesta, destacada en el resumen de prensa del miércoles de Yle, revela que el 45 % de las empresas cuenta con al menos un empleado no finlandés, y que más de uno de cada diez trabajadores en todo el país tiene origen extranjero.
Los reclutadores señalan que la principal causa es la grave falta de competencias en sectores como las TIC, la salud y la manufactura avanzada. A pesar de que el desempleo superó el 10 % en octubre, los encuestados indicaron a Barona que “simplemente no encuentran las habilidades adecuadas entre los candidatos finlandeses”. Estos datos coinciden con estadísticas de Migri que muestran que los permisos para especialistas, aunque han disminuido este año, siguen representando la mayor parte de las aprobaciones.
Los empleadores también amplían sus horizontes de búsqueda: mientras que antes predominaban las contrataciones de alemanes y estonios, ahora los equipos de recursos humanos reclutan candidatos de India, Filipinas y Brasil, facilitados por el programa finlandés de visado D de tramitación rápida. Barona destaca un aumento del 60 % en las empresas que ofrecen incorporación exclusivamente en inglés y un doble de solicitudes de apoyo para la reubicación, como búsqueda de vivienda e integración del cónyuge.
Para los responsables de movilidad, estos hallazgos refuerzan la necesidad de una formación intercultural sólida y una comunicación clara sobre las normas cambiantes de permisos de residencia en Finlandia. Las empresas que ofrecen clases de finlandés, acceso a guarderías y ayuda para navegar el sistema de seguridad social Kela reportan una mayor retención, especialmente fuera de Helsinki, donde las redes de apoyo son más limitadas.
Los responsables políticos consideran que esta ola de internacionalización es esencial para contrarrestar el envejecimiento de la población finlandesa. Sin embargo, los sindicatos advierten que, sin un reconocimiento más rápido de las credenciales y medidas contra la discriminación, los trabajadores extranjeros podrían verse relegados a contratos temporales y abandonar en menos de dos años, lo que afectaría negativamente la productividad. Un grupo de trabajo parlamentario tiene previsto publicar recomendaciones sobre inmigración basada en competencias antes de Navidad.
Los reclutadores señalan que la principal causa es la grave falta de competencias en sectores como las TIC, la salud y la manufactura avanzada. A pesar de que el desempleo superó el 10 % en octubre, los encuestados indicaron a Barona que “simplemente no encuentran las habilidades adecuadas entre los candidatos finlandeses”. Estos datos coinciden con estadísticas de Migri que muestran que los permisos para especialistas, aunque han disminuido este año, siguen representando la mayor parte de las aprobaciones.
Los empleadores también amplían sus horizontes de búsqueda: mientras que antes predominaban las contrataciones de alemanes y estonios, ahora los equipos de recursos humanos reclutan candidatos de India, Filipinas y Brasil, facilitados por el programa finlandés de visado D de tramitación rápida. Barona destaca un aumento del 60 % en las empresas que ofrecen incorporación exclusivamente en inglés y un doble de solicitudes de apoyo para la reubicación, como búsqueda de vivienda e integración del cónyuge.
Para los responsables de movilidad, estos hallazgos refuerzan la necesidad de una formación intercultural sólida y una comunicación clara sobre las normas cambiantes de permisos de residencia en Finlandia. Las empresas que ofrecen clases de finlandés, acceso a guarderías y ayuda para navegar el sistema de seguridad social Kela reportan una mayor retención, especialmente fuera de Helsinki, donde las redes de apoyo son más limitadas.
Los responsables políticos consideran que esta ola de internacionalización es esencial para contrarrestar el envejecimiento de la población finlandesa. Sin embargo, los sindicatos advierten que, sin un reconocimiento más rápido de las credenciales y medidas contra la discriminación, los trabajadores extranjeros podrían verse relegados a contratos temporales y abandonar en menos de dos años, lo que afectaría negativamente la productividad. Un grupo de trabajo parlamentario tiene previsto publicar recomendaciones sobre inmigración basada en competencias antes de Navidad.





