
La nevada temprana complicó las operaciones en el Aeropuerto Helsinki-Vantaa el 25 de noviembre, obligando a las aerolíneas a cancelar 27 vuelos y retrasar otros 281, según el rastreador de operaciones en tiempo real de VisaHQ. Finnair canceló vuelos a Gotemburgo, Kittilä, Vilna y Nueva York, mientras que su salida nocturna hacia JFK partió con más de cinco horas de retraso.
La interrupción se debió a una combinación inusual de nieve pesada y húmeda junto con la escasez de personal. Aunque Finavia se enorgullece de despejar rápidamente las pistas, las filas para deshielo superaron los 40 minutos debido a que las aerolíneas aún operan con plantillas reducidas tras la pandemia. Los científicos climáticos señalan que Finlandia está experimentando nevadas más intensas y tempranas, lo que añade presión a los horarios de mantenimiento justo cuando las aerolíneas están reconstruyendo sus equipos.
Finavia activó su aplicación móvil de Estado Operativo del Aeropuerto (AOS), enviando alertas en vivo sobre cambios de puerta y dirigiendo a los pasajeros varados a la nueva Sala de Silencio cerca de la Puerta 37, una iniciativa que fue puesta a prueba a gran escala durante la tormenta. Los restaurantes del aeropuerto extendieron su horario y las compañías de taxi aceptaron vales de tarifa fija para conexiones ferroviarias perdidas.
Para los viajeros de negocios, la lección es clara: incluso en la Finlandia acostumbrada a la nieve, es prudente dejar márgenes en el itinerario. Los equipos de movilidad que gestionen ejecutivos en HEL este invierno deberían monitorear las alertas AOS y considerar reservar conexiones a mediodía en lugar de por la noche, cuando se acumulan los retrasos por deshielo. Los planificadores de carga que envíen componentes críticos para las minas de Laponia o las plantas tecnológicas de Oulu también podrían optar por vuelos más tempranos o ferris con clasificación para hielo cuando se anuncie una alerta meteorológica roja.
Finavia anunció que revisará la planificación de capacidad tras el incidente, incluyendo la viabilidad de un tercer punto de deshielo y el reciclaje automatizado de glicol para acelerar los tiempos de respuesta cumpliendo con las normativas ambientales.
La interrupción se debió a una combinación inusual de nieve pesada y húmeda junto con la escasez de personal. Aunque Finavia se enorgullece de despejar rápidamente las pistas, las filas para deshielo superaron los 40 minutos debido a que las aerolíneas aún operan con plantillas reducidas tras la pandemia. Los científicos climáticos señalan que Finlandia está experimentando nevadas más intensas y tempranas, lo que añade presión a los horarios de mantenimiento justo cuando las aerolíneas están reconstruyendo sus equipos.
Finavia activó su aplicación móvil de Estado Operativo del Aeropuerto (AOS), enviando alertas en vivo sobre cambios de puerta y dirigiendo a los pasajeros varados a la nueva Sala de Silencio cerca de la Puerta 37, una iniciativa que fue puesta a prueba a gran escala durante la tormenta. Los restaurantes del aeropuerto extendieron su horario y las compañías de taxi aceptaron vales de tarifa fija para conexiones ferroviarias perdidas.
Para los viajeros de negocios, la lección es clara: incluso en la Finlandia acostumbrada a la nieve, es prudente dejar márgenes en el itinerario. Los equipos de movilidad que gestionen ejecutivos en HEL este invierno deberían monitorear las alertas AOS y considerar reservar conexiones a mediodía en lugar de por la noche, cuando se acumulan los retrasos por deshielo. Los planificadores de carga que envíen componentes críticos para las minas de Laponia o las plantas tecnológicas de Oulu también podrían optar por vuelos más tempranos o ferris con clasificación para hielo cuando se anuncie una alerta meteorológica roja.
Finavia anunció que revisará la planificación de capacidad tras el incidente, incluyendo la viabilidad de un tercer punto de deshielo y el reciclaje automatizado de glicol para acelerar los tiempos de respuesta cumpliendo con las normativas ambientales.









