
En su intervención ante la sesión plenaria de la Organización Marítima Internacional (OMI) los días 25 y 26 de noviembre, la Viceministra de Transporte de Chipre, Marina Hadjimanolis, presentó la agenda marítima de Nicosia centrada en la movilidad. Subrayó el apoyo de Chipre a un documento digital global para marinos y el renovado impulso para modernizar la Convención STCW, de modo que las tripulaciones puedan obtener sus certificaciones, exámenes médicos y autorizaciones de pabellón en línea, cambios que reducirían drásticamente los tiempos de incorporación para los 55,000 marinos que navegan bajo bandera chipriota.
Hadjimanolis informó a los delegados que Chipre invertirá en la cooperación para el control estatal de puertos con el fin de eliminar los buques de la “flota oscura” y agilizar las exenciones de visado para los cambios de tripulación legítimos en Limassol y Lárnaca. El ministerio ya está probando un sistema de puertas electrónicas que permite a la tripulación escanear pasaportes biométricos y recibir un pase terrestre instantáneo vinculado al manifiesto de llegada del barco, reduciendo los tiempos de procesamiento de 40 minutos a menos de cinco.
Para los profesionales de la reubicación, este discurso indica que Chipre pretende mantener la movilidad marítima como eje central de su estrategia de competitividad de cara a su Presidencia del Consejo de la UE. La rotación más rápida de tripulaciones y una documentación digital más clara reducen costos para los gestores de flotas con sede en la isla y apoyan sectores auxiliares como el seguro marítimo, la formación y la hostelería.
La ministra también instó a avanzar con mayor rapidez en un marco global de impuesto al carbono, advirtiendo que los esquemas regionales fragmentados generan un “ping-pong regulatorio” que complica la planificación de rutas y los turnos de tripulación. Prometió que Chipre acogerá un grupo de trabajo de la OMI a principios de 2026 para acordar el reconocimiento mutuo de credenciales electrónicas de viaje para marinos, insinuando proyectos piloto con Grecia y Egipto.
Hadjimanolis informó a los delegados que Chipre invertirá en la cooperación para el control estatal de puertos con el fin de eliminar los buques de la “flota oscura” y agilizar las exenciones de visado para los cambios de tripulación legítimos en Limassol y Lárnaca. El ministerio ya está probando un sistema de puertas electrónicas que permite a la tripulación escanear pasaportes biométricos y recibir un pase terrestre instantáneo vinculado al manifiesto de llegada del barco, reduciendo los tiempos de procesamiento de 40 minutos a menos de cinco.
Para los profesionales de la reubicación, este discurso indica que Chipre pretende mantener la movilidad marítima como eje central de su estrategia de competitividad de cara a su Presidencia del Consejo de la UE. La rotación más rápida de tripulaciones y una documentación digital más clara reducen costos para los gestores de flotas con sede en la isla y apoyan sectores auxiliares como el seguro marítimo, la formación y la hostelería.
La ministra también instó a avanzar con mayor rapidez en un marco global de impuesto al carbono, advirtiendo que los esquemas regionales fragmentados generan un “ping-pong regulatorio” que complica la planificación de rutas y los turnos de tripulación. Prometió que Chipre acogerá un grupo de trabajo de la OMI a principios de 2026 para acordar el reconocimiento mutuo de credenciales electrónicas de viaje para marinos, insinuando proyectos piloto con Grecia y Egipto.









