
Diecinueve estados liderados por demócratas y el Distrito de Columbia han retirado una demanda federal después de que el Departamento de Justicia de EE. UU. abandonara formalmente las condiciones relacionadas con la inmigración que había impuesto a las subvenciones de la Ley de Víctimas de Crímenes (VOCA) y la Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA). La directiva de agosto habría prohibido a los estados usar esos fondos para brindar servicios legales a sobrevivientes indocumentados de violencia doméstica y agresión sexual.
En una presentación judicial el lunes, el DOJ indicó que las condiciones impugnadas “no se aplicarán” a las subvenciones vigentes de VOCA y VAWA, restaurando efectivamente la política de larga data que prohíbe negar asistencia a víctimas por su estatus migratorio. Los fiscales generales estatales celebraron esta reversión como un salvavidas para refugios y organizaciones de ayuda legal que dependen de estas subvenciones para obtener órdenes de protección, asistencia para reubicación y alivio relacionado con visas (como las visas U y T) para clientes vulnerables.
Para los programas de movilidad global y de responsabilidad corporativa, la decisión reduce el riesgo para empleadores multinacionales cuyos familiares acompañantes podrían ser víctimas de delitos durante asignaciones en EE. UU. El acceso a servicios es especialmente crucial para dependientes con visas J-2, L-2 y H-4, que carecen de estatus migratorio independiente y podrían mostrarse reticentes a buscar ayuda si los servicios están condicionados a su estatus legal.
Este episodio también indica que el DOJ podría enfrentar resistencia interna y externa al intentar condicionar fondos federales a la cooperación estatal con objetivos más amplios de aplicación migratoria. Los actores en movilidad deben estar atentos a futuras directrices de subvenciones que puedan reintroducir restricciones que afecten programas estatales de apoyo a extranjeros.
En una presentación judicial el lunes, el DOJ indicó que las condiciones impugnadas “no se aplicarán” a las subvenciones vigentes de VOCA y VAWA, restaurando efectivamente la política de larga data que prohíbe negar asistencia a víctimas por su estatus migratorio. Los fiscales generales estatales celebraron esta reversión como un salvavidas para refugios y organizaciones de ayuda legal que dependen de estas subvenciones para obtener órdenes de protección, asistencia para reubicación y alivio relacionado con visas (como las visas U y T) para clientes vulnerables.
Para los programas de movilidad global y de responsabilidad corporativa, la decisión reduce el riesgo para empleadores multinacionales cuyos familiares acompañantes podrían ser víctimas de delitos durante asignaciones en EE. UU. El acceso a servicios es especialmente crucial para dependientes con visas J-2, L-2 y H-4, que carecen de estatus migratorio independiente y podrían mostrarse reticentes a buscar ayuda si los servicios están condicionados a su estatus legal.
Este episodio también indica que el DOJ podría enfrentar resistencia interna y externa al intentar condicionar fondos federales a la cooperación estatal con objetivos más amplios de aplicación migratoria. Los actores en movilidad deben estar atentos a futuras directrices de subvenciones que puedan reintroducir restricciones que afecten programas estatales de apoyo a extranjeros.







