
Una silenciosa enmienda a la Ley de Tasas Administrativas de Polonia ha duplicado el costo para obtener la ciudadanía polaca. Desde el 21 de noviembre, los solicitantes deben pagar 1.669 PLN para la concesión discrecional del Presidente y 1.000 PLN para el reconocimiento a nivel de voivodato, frente a los 800 y 600 PLN anteriores, respectivamente.
Al mismo tiempo, el Ministerio del Interior presentó un modelo de naturalización basado en cuatro pilares que extiende el requisito de residencia permanente de tres a cinco años, eleva el examen obligatorio de polaco de nivel B1 a B2 e introduce una declaración de “lealtad” obligatoria.
Las autoridades argumentan que estos criterios más estrictos fomentarán una integración más profunda en un momento en que las solicitudes de naturalización, especialmente de ucranianos, alcanzan niveles récord. Por su parte, las ONG defensoras de los derechos de los migrantes advierten que las tarifas más altas y las pruebas subjetivas de lealtad podrían ralentizar la inclusión plena justo cuando el mercado laboral depende del talento extranjero.
Para los empleadores, el cambio va más allá de lo simbólico. Muchas políticas de movilidad reembolsan las tasas de ciudadanía como incentivo para la retención; los departamentos de recursos humanos deben actualizar de inmediato los límites presupuestarios y advertir a los empleados que planeaban presentar su solicitud en el cuarto trimestre que sus costos se han duplicado. Los asesores legales también subrayan la importancia de preparar meticulosamente la documentación, ya que la nueva tarifa más alta no es reembolsable si la solicitud es rechazada por motivos técnicos.
La reforma acerca a Polonia a países como Alemania y los Países Bajos, que recientemente han endurecido sus normas de naturalización, señalando un cambio europeo más amplio de una absorción rápida hacia una integración a largo plazo y más medida. Las empresas con plantillas multiculturales están revisando sus planes de incentivos a largo plazo, mientras que los proveedores de servicios de reubicación actualizan sus preguntas frecuentes y estimaciones de costos para empleados que buscan obtener el pasaporte polaco.
Al mismo tiempo, el Ministerio del Interior presentó un modelo de naturalización basado en cuatro pilares que extiende el requisito de residencia permanente de tres a cinco años, eleva el examen obligatorio de polaco de nivel B1 a B2 e introduce una declaración de “lealtad” obligatoria.
Las autoridades argumentan que estos criterios más estrictos fomentarán una integración más profunda en un momento en que las solicitudes de naturalización, especialmente de ucranianos, alcanzan niveles récord. Por su parte, las ONG defensoras de los derechos de los migrantes advierten que las tarifas más altas y las pruebas subjetivas de lealtad podrían ralentizar la inclusión plena justo cuando el mercado laboral depende del talento extranjero.
Para los empleadores, el cambio va más allá de lo simbólico. Muchas políticas de movilidad reembolsan las tasas de ciudadanía como incentivo para la retención; los departamentos de recursos humanos deben actualizar de inmediato los límites presupuestarios y advertir a los empleados que planeaban presentar su solicitud en el cuarto trimestre que sus costos se han duplicado. Los asesores legales también subrayan la importancia de preparar meticulosamente la documentación, ya que la nueva tarifa más alta no es reembolsable si la solicitud es rechazada por motivos técnicos.
La reforma acerca a Polonia a países como Alemania y los Países Bajos, que recientemente han endurecido sus normas de naturalización, señalando un cambio europeo más amplio de una absorción rápida hacia una integración a largo plazo y más medida. Las empresas con plantillas multiculturales están revisando sus planes de incentivos a largo plazo, mientras que los proveedores de servicios de reubicación actualizan sus preguntas frecuentes y estimaciones de costos para empleados que buscan obtener el pasaporte polaco.









