
El Ministerio del Interior ha dado el pistoletazo de salida a la fase final de su programa de digitalización fronteriza al anunciar que, a partir del 25 de febrero de 2026, las compañías de transporte deberán negar el embarque a cualquier pasajero que no sea ciudadano británico o irlandés y que no pueda mostrar una Autorización Electrónica de Viaje (ETA) o e-Visa válida. El comunicado, emitido a última hora del 24 de noviembre, pone fin al periodo de “lanzamiento suave” de dos años que permitió a los viajeros adaptarse gradualmente al nuevo sistema. Según el Departamento, ya se han emitido más de 13,3 millones de ETAs desde que el producto se lanzó en octubre de 2023.
Esta medida implica que los visitantes de 85 nacionalidades exentas de visado —incluidos Estados Unidos, Canadá y Francia— deberán solicitar la ETA a través de la app oficial o la web antes del check-in. La tarifa es de 16 libras y la autorización suele concederse en minutos, aunque legalmente puede tardar hasta tres días laborables. Las aerolíneas, compañías de ferry y Eurostar serán sancionadas con multas de hasta 2.000 libras por pasajero si no verifican el estado de la ETA.
Para las empresas, el anuncio elimina cualquier duda sobre los plazos. Los gestores de viajes corporativos deben actualizar ahora las herramientas de seguimiento de viajeros, los procesos de aprobación previos al viaje y la comunicación con los transportistas para incluir la verificación de la ETA, especialmente en viajes con poca antelación. Los empleadores que reciban un alto volumen de visitantes —como academias de formación, reuniones en sedes centrales o congresos— deberían prever el coste adicional y anticipar esta información en las cartas de invitación.
El Ministerio del Interior sostiene que la autorización previa obligatoria reforzará la seguridad nacional al permitir a los oficiales revisar a los pasajeros en listas de vigilancia antes de que salgan de su punto de origen. Sin embargo, los críticos señalan que este cambio añade una capa más de complejidad para turistas y viajeros de negocios, y que Irlanda del Norte sigue siendo un punto ciego en la aplicación debido a la frontera terrestre abierta con la República de Irlanda.
Consejo práctico: se recomienda a los viajeros que soliciten la ETA tan pronto como tengan su itinerario confirmado; la autorización es válida para viajes ilimitados de hasta seis meses cada uno durante dos años (o hasta la expiración del pasaporte). Los ciudadanos con doble nacionalidad deben viajar únicamente con su pasaporte británico para evitar denegaciones de embarque.
Esta medida implica que los visitantes de 85 nacionalidades exentas de visado —incluidos Estados Unidos, Canadá y Francia— deberán solicitar la ETA a través de la app oficial o la web antes del check-in. La tarifa es de 16 libras y la autorización suele concederse en minutos, aunque legalmente puede tardar hasta tres días laborables. Las aerolíneas, compañías de ferry y Eurostar serán sancionadas con multas de hasta 2.000 libras por pasajero si no verifican el estado de la ETA.
Para las empresas, el anuncio elimina cualquier duda sobre los plazos. Los gestores de viajes corporativos deben actualizar ahora las herramientas de seguimiento de viajeros, los procesos de aprobación previos al viaje y la comunicación con los transportistas para incluir la verificación de la ETA, especialmente en viajes con poca antelación. Los empleadores que reciban un alto volumen de visitantes —como academias de formación, reuniones en sedes centrales o congresos— deberían prever el coste adicional y anticipar esta información en las cartas de invitación.
El Ministerio del Interior sostiene que la autorización previa obligatoria reforzará la seguridad nacional al permitir a los oficiales revisar a los pasajeros en listas de vigilancia antes de que salgan de su punto de origen. Sin embargo, los críticos señalan que este cambio añade una capa más de complejidad para turistas y viajeros de negocios, y que Irlanda del Norte sigue siendo un punto ciego en la aplicación debido a la frontera terrestre abierta con la República de Irlanda.
Consejo práctico: se recomienda a los viajeros que soliciten la ETA tan pronto como tengan su itinerario confirmado; la autorización es válida para viajes ilimitados de hasta seis meses cada uno durante dos años (o hasta la expiración del pasaporte). Los ciudadanos con doble nacionalidad deben viajar únicamente con su pasaporte británico para evitar denegaciones de embarque.









