
La Guardia Fronteriza de Finlandia confirmó el 25 de noviembre que la construcción de los primeros tramos de la nueva valla en su frontera oriental está “casi terminada” en Laponia, y que los cuatro tramos piloto en Onkamo, Kelloselkä, Raja-Jooseppi y Virtaniemi serán entregados a mediados de diciembre. El segmento de nueve kilómetros en Laponia forma parte de un programa de 362 millones de euros para levantar aproximadamente 200 kilómetros de barrera física —una malla soldada de 4,5 metros de altura rematada con alambre de púas— a lo largo de las zonas fronterizas más vulnerables con Rusia.
El proyecto de la valla se inició tras la llegada sin precedentes de solicitantes de asilo sin visado Schengen desde Rusia a finales de 2023, que Helsinki calificó como “migración instrumentalizada”. El Parlamento respondió aprobando una legislación de emergencia que permite a las autoridades suspender el procesamiento de asilo en los pasos terrestres y redirigir las solicitudes a aeropuertos y puertos. Este paquete legislativo fue renovado en junio de 2025 y seguirá vigente al menos hasta finales de 2026.
Técnicamente, la valla se sitúa exactamente a un metro dentro de la zona fronteriza finlandesa, lo que permite que sensores electrónicos y cámaras vigilen los tramos sin vallar entre medio. Cada tres kilómetros hay aberturas para el paso de la fauna, y puertas de mantenimiento cada 500 metros. Las lecciones aprendidas de vallas similares en Polonia llevaron a los ingenieros a reforzar la malla para evitar que se puedan pasar objetos a través de los huecos.
Para los responsables de movilidad y cadenas de suministro, las implicaciones son inmediatas. Los ocho puntos de control terrestre en la frontera con Rusia están cerrados desde diciembre de 2023, obligando a los camiones a desviarse por ferry vía Tallin o Estocolmo, lo que incrementa costos y añade varios días al tiempo de entrega de cargas para proyectos en el noroeste de Rusia. Los viajeros de negocios que antes cruzaban en coche ahora deben hacerlo por aire o mar, lo que implica nuevos requisitos de visado y seguro. Las empresas con personal en minas y concesiones forestales finlandesas cerca de la frontera deben actualizar sus planes de respuesta ante emergencias, ya que las evacuaciones médicas podrían tener que dirigirse hacia el oeste, a Oulu, en lugar de hacia el este, a Múrmansk.
Los analistas advierten que solo se vallará el 15 % más frecuentemente utilizado de los 1.340 km de frontera, por lo que la tecnología de vigilancia y las patrullas de respuesta rápida seguirán siendo clave en la doctrina finlandesa contra amenazas híbridas. Los equipos de recursos humanos deben informar a los viajeros que está prohibido fotografiar cerca de la valla y que el uso de drones en la zona fronteriza está prohibido sin permiso previo.
El proyecto de la valla se inició tras la llegada sin precedentes de solicitantes de asilo sin visado Schengen desde Rusia a finales de 2023, que Helsinki calificó como “migración instrumentalizada”. El Parlamento respondió aprobando una legislación de emergencia que permite a las autoridades suspender el procesamiento de asilo en los pasos terrestres y redirigir las solicitudes a aeropuertos y puertos. Este paquete legislativo fue renovado en junio de 2025 y seguirá vigente al menos hasta finales de 2026.
Técnicamente, la valla se sitúa exactamente a un metro dentro de la zona fronteriza finlandesa, lo que permite que sensores electrónicos y cámaras vigilen los tramos sin vallar entre medio. Cada tres kilómetros hay aberturas para el paso de la fauna, y puertas de mantenimiento cada 500 metros. Las lecciones aprendidas de vallas similares en Polonia llevaron a los ingenieros a reforzar la malla para evitar que se puedan pasar objetos a través de los huecos.
Para los responsables de movilidad y cadenas de suministro, las implicaciones son inmediatas. Los ocho puntos de control terrestre en la frontera con Rusia están cerrados desde diciembre de 2023, obligando a los camiones a desviarse por ferry vía Tallin o Estocolmo, lo que incrementa costos y añade varios días al tiempo de entrega de cargas para proyectos en el noroeste de Rusia. Los viajeros de negocios que antes cruzaban en coche ahora deben hacerlo por aire o mar, lo que implica nuevos requisitos de visado y seguro. Las empresas con personal en minas y concesiones forestales finlandesas cerca de la frontera deben actualizar sus planes de respuesta ante emergencias, ya que las evacuaciones médicas podrían tener que dirigirse hacia el oeste, a Oulu, en lugar de hacia el este, a Múrmansk.
Los analistas advierten que solo se vallará el 15 % más frecuentemente utilizado de los 1.340 km de frontera, por lo que la tecnología de vigilancia y las patrullas de respuesta rápida seguirán siendo clave en la doctrina finlandesa contra amenazas híbridas. Los equipos de recursos humanos deben informar a los viajeros que está prohibido fotografiar cerca de la valla y que el uso de drones en la zona fronteriza está prohibido sin permiso previo.










